La Comunidad de Madrid ha ubicado medidores de contaminación en dos autobuses interurbanos para analizar la calidad del aire por las zonas por donde discurren estos vehículos. En principio se trata de una prueba piloto que ha comenzado en dos unidades del grupo Avanza que realizan el servicio en el sur de la región y el Corredor del Henares y que tendrá una duración de seis meses.
Autobús interurbano de Madrid
Los datos diarios de este proyecto serán registrados on-line y enviados al Centro Integral de Transportes (CITRAM) para su análisis. Los dos aparatos, instalados en el techo de los autobuses, medirán los niveles de monóxido de carbono (CO) y dióxido de nitrógeno (NO2). La elección de la línea se ha determinado por su longitud y trayecto de carácter urbano e interurbano, lo que permitirá obtener datos complementarios a los que recogen las estaciones fijas integradas en la Red de Control de Calidad del Aire regional.
Con esta iniciativa, el transporte público presta sus infraestructuras para la medición de la calidad del aire. El servicio de autobuses interurbanos lo realizan 1.800 vehículos que llegan a cualquiera de los 179 municipios de la Comunidad, por lo que la capacidad para obtener datos es muy amplia. Además, la renovación de flota de autobuses interurbanos ha permitido incluir nuevos modelos con tecnología GNC (Gas Natural Comprimido) e híbridos, más respetuosos con el medio ambiente.
Finalmente, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid también está impulsando la elaboración de la huella de carbono del sistema de transporte público, para facilitar la adopción de medidas que contribuyan a la lucha contra el cambio climático y el seguimiento de su efectividad. Para ello ha iniciado una serie de jornadas divulgativas con los diferentes operadores de transporte.