Transportar objetos de forma sostenible
La palabra Furoshiki significa literalmente “extender en el baño”, y tiene su origen hace más de 1200 años en Japón, a mediados del periodo Edo (1603-1868). Antiguamente se utilizaba en las duchas tradicionales japonesas (“Furo”), en éstas se extendía (Verbo=”Shiku”) esa tela en el suelo, para dejar su vestimenta encima de ella y no confundirla con la ropa de otra persona.
Por este motivo, fue denominado: “Furo-shiki”. Poco a poco, llegó a ser usado como una envoltura para llevar una muda de ropa y artículos de tocador. El uso de Furoshiki como una manera de llevar las cosas se extendió rápidamente a medida que el comercio se volvió más activo.
Una característica importante del Furoshiki es que siempre se vuelve a utilizar, nunca se tira. De este modo, permite reducir el uso de materias primas para crear envases y disminuir el uso de envoltorios excesivos, contribuyendo así al ahorro de recursos y energía. El propio Furoshiki simboliza un ciclo de vida en el que se extiende la tela para envolver el objeto, se entrega al receptor y este recoge el objeto volviendo a dejar la tela extendida, para que pueda volverse a utilizar.
Es una forma más para comprometernos con el cuidado del ambiente a través de un estilo de vida basado en las 3R (reducción, reutilización y reciclado). Este puede ser entonces un momento para que esta tela tradicional japonesa, el Furoshiki, florezca nuevamente.