Con la implantación del "Plan de Residuos Cero" y la puesta en marcha de una Planta de Clasificación y Selección, desde finales del pasado 2010 Madrid- Barajas se ocupa, además de la recogida, almacenamiento y compactación de las más de 10.000 toneladas de RSUs y de su posterior transporte y gestión, tarea que antes realizaba el Ayuntamiento de Madrid.
En la planta de Triaje, en la que se han invertido cerca de 380.000 euros, se separan manualmente y de forma selectiva residuos reciclables como son el papel, el cartón, los envases y el vidrio. El resto, compuesto principalmente por residuos orgánicos, no se deposita en vertedero sino que es destinado a plantas de biometanización, para su transformación en el compost utilizado como abono. Asimismo el gas metano generado en ese proceso es utilizado para la producción de energía eléctrica.
Además los vehículos que transportan los RSUs utilizan gas natural como combustible por lo que Madrid-Barajas consigue otro objetivo medioambiental: reducir los niveles de emisión de contaminantes a la atmósfera.
Por otro lado y para mejorar la segregación de residuos de forma previa, el Aeropuerto ha construido zonas de recogida selectiva en más de 15 ubicaciones del recinto donde las empresas que operan en Madrid-Barajas pueden depositar sus residuos.
Reciclado, aumento del porcentaje de separación de RSUs, conversión en energía del resto no utilizable de materia orgánica y minimización de emisiones son los principales beneficios medioambientales de este "Plan de Residuos Cero" puesto en marcha por el Aeropuerto. A éstos se debe sumar además el beneficio social derivado de la incorporación de personas con discapacidad en la plantilla de la Planta de Triaje, tras el acuerdo firmado con la Asociación de Padres de Minusválidos de Iberia (APMIB).