Aunque aún no está admitido por la Real Academia de la Lengua Española (RAE), el término ‘basuraleza’ podría no tardar demasiado en acompañar a algunas de las últimas incorporaciones, como big data, cookie o banner. En estos casos, los extranjerismos se han popularizado y es precisamente lo que podría evitarse con el uso de ‘basuraleza’, cuyo fin es sustituir al anglicismo ‘littering’ para referirse al abandono de la basura en la naturaleza.
La españolizada fórmula fue engendrada en el año 2018 por el Proyecto Libera, una iniciativa conjunta de SEO/BirdLife y Ecoembes en España. Fue producto de una campaña de sensibilización para combatir la contaminación por residuos en la naturaleza que se presentó el 3 de marzo de dicho año, aprovechando el Día Mundial de la Vida Silvestre.
Contaminación en la naturaleza
Plásticos y envases abandonados en las playas y los bosques, los restos de picnic en parques naturales que nadie recoge por dejadez, toallitas y otros materiales de higiene personal tirados en espacios naturales, colillas de cigarrillos, latas de bebidas acumuladas entre arbustos… La lista es interminable, así como los peligros que implica para la fauna y la flora.
Concretamente, aseguran desde Libera, “el 80% de los residuos que acaban en los océanos procede del ‘littering’ terrestre”. La campaña buscaba, por un lado, llamar la atención y la conciencia sobre el terrible impacto en la biodiversidad, los ecosistemas y la salud, y por otro, la colaboración de entidades y particulares para ir liberando de contaminación las zonas verdes.
Más de un millón de residuos abandonados
Siete años después, el Proyecto Libera ha logrado una red de más de 2.500 entidades y 34.500 personas. En total, han logrado recoger y analizar cerca de 125 toneladas de ‘basuraleza’ en más de 2.100 puntos naturales de nuestra geografía. Según la memoria anual de 2023, “casi un tercio del total son colillas (representan el 19% de toda la basuraleza) y toallitas húmedas (el 11,07%), que constituyen una auténtica y macabra plaga”. Se registró la presencia de piezas de plástico de menos de 2,5 cm (10,45%) y latas de bebida (9,04%). Desde el inicio, se calcula la liberación de más de un millón de residuos abandonados.
Término extendido en la población
Y no sólo eso, el concepto ‘basuraleza’ superó todas las expectativas. Rápidamente, pasó a “formar parte del vocabulario cotidiano de ciudadanos, instituciones, empresas, medios de comunicación, académicos y escritores”, señalan desde Libera. Tanto que fue reconocido por Wikipedia o la Fundéu BBVA e incluido en libros de texto educativos como Santillana.
En 2022, ‘basuraleza’ alcanzó más de 2.000 menciones espontáneas en medios de comunicación y en 2023, sólo en redes sociales, ha superado las 8.500. Usada por catedráticos, científicos e investigadores, el Proyecto Libera ha solicitado formalmente su inclusión en el diccionario de la RAE. Para esto, han creado la campaña #RecojamosBasuraleza.