
Bruselas ha encendido las alarmas ante el preocupante aumento de la contaminación por microplásticos en el territorio europeo. Un informe reciente, elaborado por la Comisión Europea en colaboración con la Agencia Europea de Medio Ambiente, revela que las pérdidas de estos diminutos contaminantes han experimentado un incremento alarmante de entre un 7% y un 9% en el periodo comprendido entre 2016 y 2022. Este aumento supone un revés significativo para los ambiciosos objetivos de la Unión Europea, que aspiraba a reducir la contaminación por microplásticos en un 30% para el año 2030.
El informe, que evalúa el progreso hacia la meta de «contaminación cero» establecida por la UE, constata avances en la reducción de la contaminación atmosférica y el uso de plaguicidas. Sin embargo, los datos revelan que los niveles de contaminación siguen siendo excesivamente altos en otros ámbitos críticos, como la contaminación acústica, la contaminación por nutrientes y la generación de residuos. La Comisión Europea ha instado a los Estados miembros a adoptar medidas «mucho más contundentes» para alcanzar los objetivos de reducción de la contaminación fijados para 2030.
Contaminación atmosférica
A pesar de los desafíos persistentes, el informe también destaca los logros alcanzados gracias a las políticas ambientales de la UE. Se ha observado una disminución significativa en la contaminación atmosférica, el uso de plaguicidas y los residuos plásticos en el mar. Además, las muertes prematuras atribuibles a la contaminación han disminuido en un 35% desde 2005, lo que infunde optimismo en la Comisión Europea respecto a la consecución del objetivo de reducir estas muertes en un 55% para 2030.
La UE se ha fijado metas ambiciosas en diversos ámbitos, incluyendo la reducción del 50% en el uso de pesticidas químicos en la agricultura, los residuos plásticos que llegan al mar, los desechos municipales y el uso de antibióticos en granjas y criaderos. La comisaria europea de Medio Ambiente, Jessika Roswall, ha reconocido que, si bien se han logrado avances significativos, aún persisten desafíos importantes. Roswall ha enfatizado la necesidad de centrar los esfuerzos en la implementación efectiva de la legislación ambiental vigente en los Estados miembros, subrayando que «sólo una aplicación oportuna y ambiciosa» de las políticas comunitarias permitirá «crear un mejor entorno de vida para todos».
La contaminación por microplásticos, en particular, representa un desafío apremiante. Estos diminutos fragmentos de plástico, que se originan en una variedad de fuentes, desde la descomposición de plásticos más grandes hasta la liberación de microfibras de textiles sintéticos, se han detectado en todos los rincones del planeta, desde los océanos más profundos hasta el aire que respiramos. Su persistencia en el medio ambiente y su capacidad para acumularse en la cadena alimentaria plantean graves riesgos para la salud humana y la vida silvestre.