La Comisión Europea solicitará a España más información sobre el impacto medioambiental de las escombreras situadas en los límites de la Sierra de los Ancares en León y recordó a las autoridades regionales que deben tomar las "medidas necesarias para prevenir el posible deterioro" de este espacio protegido.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, explicó en respuesta a una pregunta parlamentaria del eurodiputado Willy Meyer (IU) que la Comisión no tiene constancia de la formación de escombreras producto de los vertidos de antiguas explotaciones mineras en la región tal y como afirma Meyer. Así, "pedirá explicaciones a las autoridades españolas" con el fin de conocer si existen problemas medioambientales en la zona.
Además, Dimas señaló que los Estados miembros deben elaborar antes de mayo de 2012 un inventario de las instalaciones de residuos ya cerradas que puedan convertirse en una amenaza grave para la salud de las personas o para el medio ambiente. Al Ejecutivo comunitario "no le consta" que España haya elaborado dicho inventario, ni que haya incorporado a su legislación la directiva sobre gestión de residuos de industrias extractivas que obliga a garantizar unos requisitos mínimos de seguridad.
Meyer preguntó a Bruselas por esta cuestión al considerar que las escombreras formadas por antiguas explotaciones mineras en los límites de los Ancares, especialmente en el municipio de Fabero, implican un "importante daño al medio ambiente" y un "serio riesgo para la salud humana". El eurodiputado de IU sostiene que las escombreras son utilizadas como "balsa de decantación por Unión Minera del Norte S.A." que afecta al caudal y a los márgenes del río Cúa.
En su pregunta parlamentaria, Meyer denunció que los residuos de la industria extractiva suponen una quinta parte de los residuos anuales de la UE y que, en el caso de España, el tratamiento de dichos residuos "es una cuestión sin resolver".
El comisario de Medio Ambiente admitió en su respuesta que "deben controlarse adecuadamente en estas circunstancias los vertidos de lixiviados, que podrían contener contaminantes dañinos para el medio acuático y que podrían suponer consecuentemente un riesgo".
Finalmente, y a la espera de mayor información, Dimas señaló que la Sierra de los Ancares forma parte de la red europea Natura 2000, por lo que, de acuerdo a las normas europeas, las autoridades regionales "deben tomar las medidas necesarias para prevenir el posible deterioro de los hábitats naturales y de las especies, así como la perturbación de las especies debido a las escombreras de antiguas explotaciones mineras".