Más de mil antiguos buques mercantes de gran tamaño, tales como buques cisterna y portacontenedores, se reciclan para obtener chatarra cada año, pero muchos de ellos acaban en instalaciones que carecen, en su mayoría, de las disposiciones de seguridad y protección medioambiental, necesarias para gestionar los materiales peligrosos presentes en los buques al final de su vida útil, entre los que se cuentan el amianto, los bifenilos policlorados (PCB), el tributilestaño y los fangos de hidrocarburos. Esto da lugar a altas tasas de accidentes y riesgos para la salud de los trabajadores, así como a una amplia contaminación del medio ambiente.
Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, ha declarado que "aunque el sector del reciclado de buques ha mejorado sus prácticas, muchas instalaciones siguen funcionando en condiciones peligrosas y perjudiciales. Esta propuesta persigue velar por que nuestros buques viejos se reciclen de forma respetuosa con la salud de los trabajadores y el medio ambiente. Representa una señal clara para invertir sin demora en la mejora de las instalaciones de reciclado". El Comisario presentó el Reglamento conjuntamente con el Vicepresidente Siim Kallas, Comisario de Transportes.
Las nuevas normas, que se promulgarán en forma de Reglamento, proponen un sistema de observación, certificación y autorización de los grandes buques de navegación marítima, con pabellón de un Estado miembro de la UE que abarque todo su ciclo de vida, desde la construcción hasta la explotación y el reciclado.
Este sistema se basa en el Convenio Internacional de Hong Kong para el reciclado seguro y ambientalmente racional de buques, que se adoptó en 2009. La ratificación y la entrada en vigor de este Convenio es un proceso largo, que durará varios años, y el objetivo de la Comisión Europea es acelerar este proceso. Con este fin, además de proponer esta nueva legislación, la Comisión también ha presentado un proyecto de Decisión que obliga a los Estados Miembros a ratificar el Convenio.
Con el nuevo sistema, los buques europeos deberán elaborar un inventario, previa concesión de un certificado, de los materiales peligrosos presentes a bordo y, antes de entregar el buque a una instalación de reciclado, deberán reducir la cantidad de residuos peligrosos del mismo, tales como residuos de carga, fuelóleo u otros similares.
Las instalaciones de reciclado de buques deberán cumplir una serie de requisitos medioambientales y de seguridad para poder incluirse en una lista de instalaciones autorizadas en el mundo, algunos de ellos más rigurosos que los previstos en el Convenio de Hong Kong. Los buques europeos deberán ceñirse a esa lista y solo podrán ser reciclados en instalaciones que figuren en ella. De esta forma, se garantizará una mejor trazabilidad de los buques europeos y que los residuos resultantes del desmantelamiento, así como cualquier material peligroso que contengan, se gestionan de forma respetuosa con el medio ambiente.
Para velar por su cumplimiento, la propuesta exige que los propietarios de los buques notifiquen a las autoridades nacionales su intención de entregar un buque para su reciclado. La comparación de los buques reciclados en instalaciones autorizadas con la lista de aquellos a los que se haya expedido un certificado de inventario, posibilitará una detección del reciclado ilegal más fácil. Las sanciones propuestas en el Reglamento también serán más concretas y precisas.
Legislación actual
El reciclado de buques está regulado por el Reglamento sobre el traslado de residuos, el cual prohíbe la exportación de residuos peligrosos a países que no sean miembros de la OCDE. Sin embargo, la legislación vigente no está pensada específicamente para los buques y se suele incumplir. Esto se debe a una falta de capacidad de reciclado adecuada en los países de la OCDE, aunque también resulta difícil determinar cuándo un buque se convierte en residuo y qué país exporta el buque. La nueva propuesta aspira a corregir las carencias de esta legislación y a permitir, en condiciones estrictas, el reciclado en países no miembros de la OCDE de los buques con pabellones de la UE.
En 2009, más del 90% de los buques europeos se desmanteló en instalaciones de reciclado de países no miembros de la OCDE, algunas de los cuales no cumplían todas las normas comunitarias. Para la UE, la mejora de las prácticas de desmantelamiento de buques a escala mundial es una prioridad, ya que la cantidad de barcos europeos que se encuentran al final de su vida útil es considerable.
A raíz de su gran preocupación por el impacto negativo del reciclado de buques en la salud y el medio ambiente, la Comisión adoptó una estrategia de la UE para mejorar el desguace de buques el 19 de noviembre de 2008. Esta estrategia propone una serie de medidas para mejorar el reciclado de buques lo antes posible, sin esperar a la entrada en vigor del Convenio de Hong Kong. La propuesta actual, que deberá ahora ser debatida tanto en el Consejo como en el Parlamento Europeo, se basa en las ideas de esa estrategia.
El Convenio de Hong Kong debe ser ratificado por, al menos, 15 grandes países de pabellón y reciclado para entrar en vigor. Estos países deben representar al menos el 40% de la flota mundial y un porcentaje importante (casi el 50 %) de la capacidad de reciclado existente en el mundo.