¿Cómo se recicla correctamente?
La basura orgánica
La basura orgánica sirve de alimento para muchos microorganismos que los degradan en compuestos simples y que, desde hace muchos años, se han utilizado como abono para el campo. Aportan nutrientes al suelo, como el nitrógeno y el potasio.
En este tipo de basura se incluyen los residuos alimenticios como las cáscaras de frutas, restos de vegetales, semillas, huesos, leche en mal estado, restos de poda de plantas y arbustos, desechos corporales animales y humanos (excrementos, cabello, plumas, uñas…). De alguna manera, con la basura orgánica devolvemos a la tierra lo que hemos recogido antes, un ciclo beneficioso para todos.
La basura inorgánica
En este caso hay diferentes categorías que se clasifican en 4 tipos de contenedores y también hay que tener en cuenta reciclaje específico para algunos casos.
- Contenedor azul: En él se recicla principalmente papel y cartón, que incluye prácticamente toda la propaganda que recibimos en el buzón, que en lugar de ir a la papelera general, debemos tirar en este contenedor azul. Así como cajas de cartón de alimentos, de zapatos, hueveras de cartón, revistas, libros, cuadernos, etc. Hay que observar si el producto viene acompañado de algunos elementos de plásticos para poder separarlos correctamente. Un truco es reutilizar alguna bolsa de papel mediana o grande que nos hayan dado en algún comercio y utilizarla de separador, porque así podremos tirar todo a la basura sin tener que sacarlo de la bolsa.
- Contenedor verde: En este contenedor debemos poner todo lo que sea vidrio; botellas de vino, de agua, frascos de colonia, tarros de conservas, etc. Es importante tener en cuenta que debemos separar los tapones, porque suelen ser de plástico o metal. Así como las etiquetas, que suelen ser de papel. Para reunir unas cuantas botellas y tarros de cristal, sin notar malos olores, puedes enjuagarlos y esperarte a reunir unos cuantos para no hacer tantos viajes al contenedor verde.
- Contenedor amarillo: En este caso debemos depositar plásticos, latas y bricks, es decir: latas de conservas y bebidas, envoltorios y embalajes de plástico, bandejas desechables, papel de aluminio, tapas y tapones, botellas de agua, bricks de leche o de cualquier otra bebida, etc.
- Contenedor gris: Podríamos decir que es el cajón de sastre de los contenedores, porque podemos desechar en él muchas de las cosas que no reciclamos en los contenedores mencionados anteriormente, aunque hay que tener cuidado porque no todo vale. En el contenedor gris debemos depositar los restos orgánicos y los residuos que no sean envases, es decir, restos de comida, cajas de madera, pañales, cristales y objetos de plástico o metales que no sean envases, juguetes, etc.
¿Qué pasa con el resto de residuos domésticos?
- Pilas: Podemos encontrar contenedores en ferreterías, supermercados o centros de enseñanza, entre otros puntos de recogida. Es muy importante reciclarlas, para evitar una contaminación tóxica que puede dañar y mucho el medio ambiente.
- Aceites: Cuando hemos usado el aceite no debemos tirarlo por el fregadero, porque contaminamos, innecesariamente, nuestras aguas. Debemos depositar todo el aceite en una botella que podemos pedir al Ayuntamiento o bien en una botella de plástico, siempre en frío, y llevarla a los contenedores de aceite usado, que puedes encontrar en puntos específicos de la ciudad o en supermercados. Si llamas al Ayuntamiento de tu localidad podrás conocer estos puntos de reciclaje de aceite usado.
- Medicamentos caducados: Puedes llevarlos a cualquier farmacia que tengas cerca, ellos se encargan de reciclarlos.
- Muebles y electrodomésticos: Igual que pasa con el aceite, este tipo de elementos no pueden tirarse a lo loco en la basura, ya que no desaparece por arte de magia. Deben llevarse a puntos limpios, avisando a los servicios municipales para que los retiren o bien informándonos del día de la semana que podemos depositarlos, para que se haga efectiva su recogida.