– Los ciudadanos interesados pueden gestionar la solicitud a través de sus ayuntamientos hasta el 19 de febrero
– Un total de 7.252 viviendas han instalado un contenedor de autogestión de biorresiduos desde 2009
El Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) y 53 ayuntamientos convocan a los residentes en zonas rurales y periurbanas a sumarse a una nueva edición de la campaña de compostaje doméstico, una iniciativa que desde 2009 ha logrado implicar a 7.252 familias en la autogestión de residuos orgánicos de la huerta y la cocina, y que este año pretende llegar, al menos, a mil más.
Estos 53 consistorios son los que se adscribieron voluntariamente en el proceso que el consorcio inició el pasado mes de diciembre: Aller, Amieva, Boal, Cabranes, Candamo, Cangas de Onís, Cangas del Narcea, Carreño, Caso, Castrillón, Castropol, Coaña, Colunga, Corvera, Cudillero, El Franco, Gijón, Gozón, Grado, Illas, Langreo, Las Regueras, Laviana, Lena, Llanera, Llanes, Mieres, Morcín, Muros de Nalón, Nava, Navia, Noreña, Oviedo, Parres, Peñamellera Alta, Piloña, Ponga, Pravia, Proaza, Ribadesella, Ribera de Arriba, Riosa, Salas, San Martín del Rey Aurelio, Santo Adriano, Siero, Sobrescobio, Somiedo, Soto del Barco, Tapia de Casariego, Tineo, Valdés y Vegadeo.
Los ciudadanos interesados en participar deben dirigirse a su respectivo ayuntamiento para formalizar la inscripción. El plazo finaliza el 19 de febrero y las dudas pueden resolverse tanto en la web del consorcio (www.cogersa.es), como en el teléfono gratuito de atención ciudadana 900 14 14 14. El requisito es residir en una vivienda que tenga una pequeña parcela (de al menos 50 metros cuadrados) en la que colocar la compostadora -el contenedor especialmente diseñado para el acopio y gestión de los biorresiduos- que Cogersa proporciona.
Además de la entrega de las compostadoras, la campaña incluye una amplia labor de formación y de asesoramiento sobre la correcta separación de los restos orgánicos y la técnica de autogestión, un seguimiento que Cogersa lleva a cabo de manera directa, tanto presencial como telemática, con cada hogar participante y a lo largo de todo el año a través del servicio de Educación Ambiental y en coordinación con los ayuntamientos. En los meses de marzo y abril tendrán lugar las primeras sesiones formativas que se realizarán en los concejos inscritos.
En el marco de esta campaña, el consorcio convoca cada año el concurso Hago buen compost que premia a los mejores participantes. También facilita varias publicaciones sobre su técnica, entre ellas la Guía del compostaje, ambas disponibles en la página web (www.cogersa.es).
2.175 toneladas menos al vertedero
El compostaje doméstico es una práctica que permite la autogestión (tratamiento llevado a cabo por el propio productor) de los residuos orgánicos de origen doméstico; preferiblemente los restos de alimentos no cocinados –frutas, hortalizas, verduras- y los restos del huerto, las siegas y las podas. Se trata de imitar y manejar de forma controlada el proceso natural de putrefacción de la materia orgánica en contacto con el aire. El resultado final de este proceso de descomposición aeróbica es un producto sólido, el compost, adecuado para ser usado en el suelo de huertos y jardines, cuyas cualidades físicas, químicas (nutrientes) y biológicas (microorganismos) mejora.
Se calcula que una familia media de tres miembros produce al año alrededor de 300 kilogramos de desechos de este tipo, de modo que con el número actual de viviendas implicadas en Asturias se estaría evitando depositar en el vertedero unas 2.175 toneladas al año de alimentos cocinados y no cocinados, además de restos de siegas y podas
La legislación vigente en España y en Europa establece la necesidad de aumentar la autogestión de biorresiduos (fundamentalmente a través del compostaje doméstico y comunitario), como método complementario de prevención o reducción de los residuos orgánicos municipales. Con ello se consigue avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos legales que marca la Ley 22/2011, que prevé que en 2020 el peso de los residuos deberá haberse reducido un 10% con respecto a 2010.