Este año la campaña denuncia la contaminación que producen las bolsas en los ecosistemas marinos. Las bolsas de plástico de un solo uso son uno de los residuos más abundantes en nuestros mares y provocan graves impactos en la fauna y flora marina.
Amigos de la Tierra solicita al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que retome las medidas para poner fin al uso de bolsas, y recoja el guante lanzado por el Parlamento Europeo, prohibiendo el uso de bolsas de un solo uso, o imponiendo una tasa que repercuta en medidas de mejora ambiental y concretamente en la gestión de residuos.
En los últimos años, las autoridades públicas europeas han manifestado su preocupación por el problema causado por estas bolsas y, tras varios debates, el Parlamento Europeo ha solicitado la reducción del 80% de estos residuos para 2019.
Algunos de los Estados Miembros ya han empezado a trabajar. Reino Unido introducirá una tasa a las bolsas de un solo uso en 2015 y Francia, por su lado, ha incluido una enmienda a su ley de biodiversidad con la que pretende prohibir el uso de bolsas a partir de 2016.
En el Estado Español la situación sigue estancada. Tras la eliminación del calendario de sustitución de bolsas de plástico de la ley de residuos, la gestión sigue en manos de los distribuidores privados, que deciden libremente si cobran o no por las bolsas, y el beneficio resultante cae en manos privadas. Con estas medidas, la reducción de bolsas no está siendo significativa y no logra sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de utilizar alternativas.
El Gobierno del Estado Español debe concretar propuestas para reducir, reutilizar y reciclar todos los flujos de residuos. El paquete de medidas de economía circular publicado por la Comisión Europea insta a todos los estados miembros a reciclar el 70% de sus residuos para 2030 y el 80% si son envases, como es el caso de las bolsas de plástico. Por otro lado, tampoco se podrán verter residuos reciclables en 2025, de nuevo el caso de las bolsas.
“Las bolsas de plástico de un solo uso son un símbolo de la “incultura” de usar y tirar que se ha demostrado insostenible e ilógica, por lo que es necesario un cambio de hábitos de consumo impulsado por las autoridades públicas, industria y sociedad civil”, ha destacado Alodia Pérez, responsable del área de Recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra.