La Comisión Europea (CE) lanzó este martes una nueva estrategia para limitar el impacto de los plásticos en el medio ambiente, con el objetivo de que todos los envases de ese material producidos en la Unión Europea (UE) en 2030 estén diseñados para que puedan ser reciclados o reutilizados.
«Hay urgencia en actuar sobre los plásticos porque tienen consecuencias muy negativas no solo en el medio ambiente sino también en nuestra salud», declaró en una entrevista el eurocomisario de Medio Ambiente, el maltés Karmenu Vella.
La iniciativa comunitaria fue presentada tras la reunión del colegio de comisarios celebrada en Estrasburgo y se centra en los plásticos de un solo uso, como envases o botellas, después de que se hayan prohibido en toda la UE que los supermercados ofrezcan gratuitamente bolsas de uso único.
El vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, recordó en la presentación de este martes que «cada segundo desaparecen 700 kilos de plástico en nuestros océanos» y que el 50% del plástico de los envases acaban en las playas de la UE.
«Si no cambiamos de política, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar», agregó Timmermans, quien presentó la iniciativa como parte del camino hacia «una economía en la que es rentable reciclar plásticos» porque el plástico no reciclado que se desperdicia cada año podría alcanzar un valor de más de 70.000 millones de euros.
La nueva estrategia comunitaria aboga, además, por mejorar la trazabilidad de los elementos químicos contenidos en los productos plásticos para facilitar su reciclaje, así como por implementar nuevas reglas armonizadas para la separación de esos deshechos, cuya tasa actual de reciclaje no alcanza el 30%, lejos de otros materiales como el papel, el vidrio o el metal.
«Es verdad que no ha alcanzado aún esos niveles, pero el plástico es más complicado porque hay cientos de tipos diferentes» y «no puedes llegar a una única solución válida para todos, como sí se puede lograr con otros materiales», añadió Vella.