Este dato se desprende del estudio sobre la reciclabilidad de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) elaborado por la plataforma medioambiental Recyclia, en colaboración con la empresa Recybérica Ambiental.
Por materiales, el estudio establece que el 65% de las materias primas recuperadas de un móvil son plásticos, el 25% metales y el 10% restante sustancias irrecuperables, como fibra de vidrio. En el caso de las dos primeras, su destino más habitual son las industrias del automóvil y la electrónica de consumo.
De un teléfono móvil con un peso medio de unos 100 gramos, las técnicas de tratamiento actuales permiten extraer 62 gramos de plásticos -una mezcla de propileno, poliestiereno, abs y policarbonato, entre otros- y 25 gramos de metales -mayoritariamente aluminio y cobre-. Asimismo, un teléfono móvil contiene 800 PPM (Partes Por Millón, es decir, 0.0008 gr) de metales preciosos recuperables -entre ellos oro, plata y paladio-, lo que significa alrededor de 8 gramos por cada tonelada de residuos de estos aparatos. Unos 10.000 teléfonos móviles corresponde a 1 tonelada de estos dispositivos.
Materiales reaprovechables de un teléfono móvil
El estudio confirma que el teléfono móvil registra uno de los índices de reciclaje más elevados de las diez categorías de RAEE establecidas en el Real Decreto 208/2005, que regula la gestión medioambiental de los aparatos al finalizar su vida útil. Entre estos, sólo el ordenador de sobremesa, que registra un porcentaje del 93%, supera el índice de reutilización de los móviles.
Recyclia lidera, a través de la fundación medioambiental Tragamóvil, la recogida selectiva y el reciclaje de teléfonos móviles en nuestro país, con más de 4.000 toneladas de estos residuos gestionados desde su entrada en funcionamiento en 2001. La plataforma cifra en aproximadamente un año y medio el ciclo de renovación de los teléfonos móviles y en 20 millones las unidades de estos aparatos que dejan de utilizarse anualmente en nuestro país.
Para José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “estas cifras de generación de residuos y extracción de materiales útiles demuestran que la gestión adecuada de los móviles es una fuente de suministro y ahorro de recursos naturales, lo que en el sector del reciclaje se conoce como el fenómeno de la minería urbana”.
En 2012 la fundación Tragamóvil recogió cerca de 462 toneladas de teléfonos móviles en desuso, a través de los más de 1.000 puntos de recogida que tiene repartidos por toda la geografía nacional, superando así el índice de recogida del 65% exigido por la normativa.
“Existe una tendencia entre los usuarios a acumular los teléfonos móviles en desuso”, apunta José Pérez. “Desde Recyclia acercamos los puntos de recogida al consumidor y garantizamos la aplicación de las técnicas de tratamiento más avanzadas, para recuperar el mayor porcentaje de materias primas y reducir el impacto medioambiental de componentes peligrosos, como las baterías de litio-ion”.