Las corrientes en los ríos y océanos arrastran el plástico de todos los rincones y extremos de nuestro planeta. La botella que se tira al mar en Indonesia, puede terminar en las costas de lugares tan prístinos y vitales para la humanidad como las Islas Galápagos, donde a pesar de haber implementado medidas contra estos desechos desde hace más de cuatro años, la marea sigue llegando con basura de todo el mundo.
“La gente tiene que saber que las decisiones respecto al plástico que toman en el continente, en las ciudades, en Quito a 2800 metros de altura, en Bogotá, en Cali, en Nueva York, en Beijing, afectan a comunidades a miles de kilómetros de distancia, y llega directamente a los lugares prístinos y a los lugares donde hay una vida que es fundamental para el planeta”, aseguró el gobernador de la provincia de Galápagos, Norwan Wray, durante una entrevista con Noticias ONU.
En las costas de las islas Galápagos se ha encontrado desechos de plástico procedentes de Indonesia, Filipinas, Taiwán, España, México, Perú, así como de otras partes del mundo.
Plástico
En el año 2014, las autoridades ecuatorianas de las islas prohibieron las bolsas desechables y desde el 2004 se ha llevado a cabo un programa intensivo de limpieza costera.
“Los últimos tres años se recogieron con manos y espalda en condiciones muy complejas un poco más de 20 toneladas de desechos plásticos con limpiezas costeras que se van haciendo cuando hay recursos”, agrega Wray, quien visitó la sede de la ONU en Nueva York como invitado a la apertura de la exposición Planet or Plastic de National Geographic.
Wray explica que la tarea de limpieza no es fácil y requiere de recursos ya que se necesita movilizar lanchas y personal hacia sitios alejados.
“Es un esfuerzo económico importante que la gente va poniendo de su lado, igual que las organizaciones. Pero no existen recursos suficientes para el impacto de lo que sucede porque recoges una semana y la próxima semana tienes basura otra vez. Entonces no importa cuántas veces limpies, el tema es como cortas la generación del desecho”.
El esfuerzo de Galápagos contra el plástico
Galápagos es un archipiélago icónico conocido como un “laboratorio viviente de la evolución de las especies”, es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO y está ubicado a unos mil kilómetros del oeste del territorio continental de Ecuador. Tiene áreas protegidas de 8000 kilómetros cuadrados y una reserva marina de 138.000 kilómetros.
Además, alberga 2017 especies únicas entre las que se encuentran reptiles, mamíferos y aves. Wray explica cómo la comunidad de Galápagos ha sido testigo del impacto del plástico sobre sus animales.
“En el momento en que haces pesca artesanal, y abres los peces y te das cuenta de que están llenos de plástico, así como las aves, o cuando los buzos ven lo que está pasando con las tortugas y otros animales atrapados en el mar, la gente se da cuenta que existe un problema muy complicado”, dice.
Galápagos ha remplazado los sorbetes de plástico por metálicos y de bambú. También existe una prohibición de bolsas plásticas desde hace varios años.
“Sin embargo encontramos que la puesta en ejecución de estas decisiones es bien complicada. No es tan sencillo, amerita sistemas de control, compromiso, trabajo conjunto con Aerolíneas, con los comercios, los temas de los envases no desechables, en general es un esfuerzo en conjunto muy importante que nosotros aspiramos poder lograr, pero se está dando pasos interesantes y creo que es el momento de que haya un pacto global en ese sentido”, asegura el Gobernador.
Los esfuerzos de las Islas no vienen solo de las autoridades si no que se tratan de una iniciativa ciudadana voluntaria que engloba organizaciones no gubernamentales, jóvenes, gente de la tercera edad, guías de turismo y pescadores. Durante las limpiezas costeras se han encontrado residuos plásticos incluso en lugares remotos donde no llegan ni turistas ni habitantes de las islas.
El cambio debe venir de afuera de las islas
«Las islas son como las represas de los ríos, terminan siendo una barrera donde llega todo lo que está pasando alrededor del mundo y eso tiene un impacto en la vida de nuestra fauna y un patrimonio natural como es Galápagos, pero también en la vida de la gente en definitiva”, recalca Wray.
Para el Gobernador, la clave está en construir un acuerdo global, una nueva economía de plástico que este bajo los preceptos de la economía circular.
“Esto implica que el sector privado y el sector gubernamental debe invertir fuertemente en innovación para generar una cadena de producción mucho más responsable y creo que la vida de los ecosistemas isleños no solamente de Galápagos sino todos alrededor del mundo pueden ser una bandera de lucha fuerte en el mundo para liderar estos procesos de ir generando esta conciencia”, concluye Norman Wray.
Ecuador hace parte de la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, que impulsa compromisos audaces de los Gobiernos para reducir la contaminación por plásticos en los océanos. Barbados, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Granada, Panamá, Perú, República Dominicana, Santa Lucía y Uruguay también hacen parte de la iniciativa.
Fuente: ONU,
Artículo de referencia: https://news.un.org/es/story/2019/06/1457361,