Villarino destaca que su "apuesta" es hacer de la sede parlamentaria "un edificio sostenible al máximo nivel posible"
Un total de 809 estudiantes de entre 12 y 17 años del Colegio Santiago Apóstol de Ponteareas (Pontevedra) presentaron hoy en el Parlamento gallego cerca de 50 experimentos científicos realizados con materiales reciclados.
Entre otros ejemplos, los escolares mostraron una lámpara de lava, un cohete construido con botellas de refresco y una bomba de aire, una demostración del aguante de un puente romano con corcho y madera, o la demostración de los campos electromagnéticos empleando un bote de especies, aceite y limaduras de metal.
Durante el acto, al que asistieron los miembros de la Mesa y los portavoces de Educación de los tres grupos parlamentarios, la presidenta de la Cámara, Dolores Villarino, consideró un "éxito de toda la sociedad" incluir el respeto por el medio ambiente en la educación de los jóvenes.
"Somos conscientes de que un pequeño esfuerzo a favor del medio ambiente puede suponer un gran beneficio para nuestro planeta; somos plenamente conscientes de que nuestras acciones de hoy condicionan el mañana de millones de personas", proclamó y, por eso, recordó que su "apuesta" es hacer de la sede parlamentaria "un edificio sostenible al máximo nivel posible".
AHORRO EN EL PARLAMENTO
En concreto, explicó que la aplicación de las nuevas tecnologías en la Cámara permitieron el ahorro de 16 millones de páginas de papel al año, algo que, concretó, "equivale a salvar 5.500 árboles en una legislatura". Además, anunció que acaban de comenzar las obras de instalación de energía geotérmica que, según sus cálculos, permitirá climatizar una cuarta parte del edificio.
También expuso que las placas fotovoltaicas colocadas en la Cámara permiten iluminar sus jardines y que las placas solares calientan el agua que utiliza el edificio. De igual modo, destacó la instalación de un punto limpio de reciclaje de residuos o la puesta en marcha de un plan de sensibilización medioambiental dirigido a pequeños y mayores.
Otra de las medidas puestas en marcha, según dijo, es la sustitución de bombillas y la instalación paulatina de sensores de presencia para la iluminación de pasillos que, concretó, permiten ahorrar un 30 por ciento de la iluminación del edificio.