Sin embargo, como sus propiedades también pueden entrañar riesgos para las personas, los animales y el medio ambiente, exigen una normativa cuidadosa. El nuevo Reglamento sobre biocidas aumentará la seguridad de estos productos químicos y simplificará su autorización en el mercado de la UE, mejorando su libre circulación en el mercado interior.
Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, ha declarado lo siguiente: “Es un paso más para velar por un alto nivel de protección de la salud de los ciudadanos y del medio ambiente. Está pensado para garantizar que solo se comercialicen productos seguros y que las sustancias más peligrosas queden fuera de nuestro mercado. Al simplificar la autorización, la nueva normativa reportará beneficios económicos considerables a las empresas europeas”.
Los biocidas forman parte de la vida cotidiana. Se cuentan entre ellos los desinfectantes utilizados en el hogar o en los hospitales, los raticidas, los repelentes de insectos, los aerosoles y pinturas fungicidas, las pastillas potabilizadoras y muchos otros productos. Los biocidas están sujetos a la legislación de la UE desde 1998, fecha desde la cual se han autorizado casi mil productos con arreglo a la Directiva sobre biocidas.
La Comisión Europea ha revisado la Directiva sobre biocidas y ha llegado a la conclusión de que podrían simplificarse y racionalizarse los procedimientos de autorización de los productos y sustancias activas. El nuevo Reglamento ofrece disposiciones más eficientes sobre la autorización de productos, los requisitos y la difusión de la información relacionada con los productos. Ahorrará a la industria unos 2.700 millones de euros a lo largo de un período de 10 años, según estimaciones.
Las nuevas disposiciones también reducirán los ensayos con animales al volver obligatoria la difusión de datos y estimular un planteamiento más flexible e integrado en relación con los ensayos. Una plataforma de TI específica (el Registro de Biocidas) servirá para presentar las solicitudes, así como para registrar las decisiones y hacer pública la información.
La protección también se ampliará, porque la nueva legislación abarca ahora los bienes y materiales tratados con biocidas, tales como los muebles y los envases para los alimentos.
La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) desempeñará un papel clave en la gestión de este Reglamento. Una de las principales ventajas radica en la escala de los recursos que proporcionará la ECHA. En la actualidad, los recursos son muy limitados tanto a nivel nacional como europeo, lo que provoca retrasos en la autorización y mayores costes para la industria. ECHA dispondrá de 100 empleados dedicados a las actividades relacionadas con los biocidas. Se prevé que el número de dictámenes que emita aumente de 80 en 2014 a 300 en 2020.
Próximas etapas
El Reglamento se aplicará a partir del 1 de septiembre de 2013. A partir de esa fecha, las empresas tendrán dos opciones a la hora de solicitar autorización para comercializar sus productos. La primera, a la que pueden recurrir más fácilmente las grandes empresas, las obliga a presentar una solicitud a la ECHA y, si el producto se considera seguro, se podrá vender en toda la UE. La segunda puede resultar más atractiva para las numerosas pequeñas y medianas empresas de este sector, ya que exige a las empresas presentar una solicitud a sus propias autoridades nacionales a fin de vender un producto en su país de origen. Si se concede la autorización, podrán comercializar posteriormente el producto en otros Estados miembros en virtud del principio de reconocimiento mutuo.