Fomentar la economía circular desde casa con huertos urbanos
Gracias al compostaje doméstico del huerto urbano podemos reducir una importante cantidad de residuos orgánicos, que acabaría en el vertedero. Además, la materia orgánica puede convertirse en uno de los abonos de mayor calidad para nuestras plantas, evitando pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos, realizando un cultivo más respetuoso con el planeta, sin generar basura, evitando gastos y contaminación del transporte, evitando vertedero y eliminando la acumulación de residuos.
El compostaje doméstico que podemos hacer para nuestro huerto urbano ayudará a frenar la desertización, evitar la compra y vertido de químicos a la tierra, mejorar la estructura y la fertilidad de los suelos y reducir las emisiones de metano, además de tomar consciencia medioambiental. Además, el compostaje doméstico es una magnífica forma de ahorrar.
¿Y qué restos orgánicos sirven como abono?
Pues no es más que todos aquellos restos de cocina que producimos y tiramos diariamente, como por ejemplo:
- Restos de café
- Bolsas de té
- Restos de pan duro
- Restos de vegetales de frutas y verduras
- Papel de cocina
- Hojas y otras partes de verduras que no uses o tires
- Yogures y jugos de frutas pasadas
- Tapones de corcho
- Aceite y vinagre de ensaladas
- Restos de tostadas quemadas
- Cáscaras de plátano
- Palomitas de maíz
- Leche de soja
- Cáscaras de cacahuetes y otros frutos secos
- Semillas de calabaza y otras verduras
- Cáscaras de huevo trituradas
- Restos de arroz cocido
- Bolsas de papel
Aunque parece que todo sirve, no es así. Si quieres hacer compostaje doméstico para tu huerto urbano debes evitar los siguientes residuos:
- Restos de pescado, carne y huesos
- Plantas enfermas
- Excrementos de animales domésticos o humanos
- Frutas y vegetales podridos
- Serrín de madera tratada con colas y barnices
En definitiva, evitar todos aquellos materiales que no sean orgánicos o biodegradables.