No obstante, aún se desconocen muchas facetas de la subducción, por lo que la investigación al respecto resulta fundamental para anticipar en qué puntos dichas fuerzas pueden dar lugar a catástrofes con víctimas humanas. Además estos estudios permitirían responder a cuestiones básicas sobre el pasado químico y térmico del planeta.
El proyecto financiado con fondos europeos C2C (Crust to core: the fate of subducted material) se dedicó desde 2007 a 2011 a crear una red científica europea que ampliase el conocimiento fundamental en torno a los procesos de subducción.
Dirigido por la Universidad de Bayreuth, los investigadores identificaron cuestiones clave en las que convenía ahondar y mejoró la coordinación entre grupos científicos punteros dedicados al estudio de los procesos de subducción.
En él se dieron cita once instituciones de toda Europa que proporcionaron sus conocimientos en petrología, mineralogía experimental y computacional, análisis, síntesis y estudios dinámicos del interior de la Tierra.
La investigación del equipo se ocupó de los mecanismos que causan los terremotos, el transporte de fluidos en el manto y la extracción del magma del interior del planeta.
La comprensión de los mecanismos que rigen estos fenómenos precisa de una caracterización adecuada de las propiedades físicas de los minerales involucrados y del entorno del manto con el que interactúan.
El equipo de C2C abordó varias cuestiones específicas:
– la función en los sistemas de arcos volcánicos de las sustancias volátiles como el agua y el CO2;
– el comportamiento al derretirse las rocas con contenido de carbono, sobre todo las sedimentarias;
– la estabilidad de los carbonatos (MgCO3-FeCO3-CaCO3) a presiones elevadas;
– la composición de los fluidos que se liberan en las zonas de subducción.
Una investigación sobre la disolución de carbonato de hierro FeCO3 (siderita) en una solución acuosa produjo un resultado con un enorme potencial para el avance del conocimiento sobre el comienzo de la vida en la Tierra.
El equipo descubrió una reacción rédox en la que se formaron moléculas orgánicas. Una reacción como esta podría haber desempeñado una función importante en el origen de la vida en la Tierra.
Al margen de los logros científicos, la red de C2C también contribuyó en gran medida a la formación de investigadores jóvenes. Varios participantes fueron beneficiarios de Becas Marie Curie ocupados en trabajos de doctorado o postdoctorado inicial.