Así lo manifestó hoy el secretario general de Calidad y Evaluación Ambiental, Justo de Benito, durante la visita a la carpa instalada en la plaza Rubia de Santiago, en el marco de la campaña Separemos bien, reciclaremos mejor, impulsada por la Consellería de Medio Ambiente y Ecoembes en un total de 66 ayuntamientos.
Una carpa del reciclaje sirve para informar, formar y concienciar a la población sobre la necesidad de aplicar con efectividad el principio de los tres erres (reducción, reutilización y reciclaje), así como separar los residuos correctamente como garantía de una gestión sostenible de nuestros desechos, velando por que esta sea respetuosa con el medio ambiente y la salud.
La carpa instalada en Santiago de Compostela estará atendida por monitores especializados durante tres días seguidos con el fin de captar a interés de los transeúntes y orientarlos sobre las mejores prácticas ambientales en la gestión diaria de los desperdicios producidos en sus casas y centros de trabajo.
Modus operandi
El modus operandi será el mismo que el utilizado en otros municipios, toda vez que esta iniciativa ya arrancó el pasado 18 de septiembre. En este sentido, y con el objetivo de adaptar la formación a las necesidades de cada ciudadano, este será sometido a un diagnóstico inicial sobre su nivel de conocimientos en la materia, procediendo a continuación, y en función de los resultados del mismos, a proporcionar los datos que complementen su bagaje, solventando las dudas y errores que pueda presentar.
Hace falta señalar que la confusión en torno a la separación de residuos en origen está muy extendida, siendo el contedor amarillo el más susceptible. A este tan sólo deben desviarse los envases de plástico, las latas y los briks, pero nunca plásticos que no sean envases. Es el caso de pañales, compresas, cables o bolígrafos.
A pesar de que el recipiente azul, destinado a acoger envases de papel y cartón, y el iglú verde, en el que deben introducirse los envases de vidrio, están más asentados y tienen una mayor tradición, los errores son aún frecuentes. Respeto al primero, porque el material a depositar en el incluso no debe estar sucio ni con restos de grasa, evitando los papeles de calco y plastificados. En cuanto al iglú, decir que las botellas, tarros y frascos de vidrio no deben llevar tapas, cortezas ni tapones, resultando necesario evitar los vidrios especiales tales como cristales de ventanas, parabrisas de coches, lámparas o espejos.
En relación al recipiente verde convencional, este alberga los restos orgánicos y materiales no reciclables, que Sogama convierte en electricidad, recuperando de este modo la energía contenida en los mismos; una energía que, de no seguir este camino, acabaría desperdiciada en escombrera, con consiguiente riesgo ambiental.
Plan General de Residuos Urbanos
Gracias a medidas cómo esta, la reducción en la generación de residuos se convierte en un objetivo realizable. Desde 2010, año de inicio del Plan General de Residuos Urbanos de Galicia, la recepción de residuos municipales en Sogama se vio reducida en un 6,45%.
En los últimos tres años, la generación por habitante y día disminuyó, pasando de 1,22 Kg en 2009 a 1,13 Kg en 2011.
En relación a la recogida selectiva, la calidad de segregación por parte de la ciudadanía representa un valor que es preciso mejorar. A falta de que finalice el presente año para tener datos definitivos, 2011 remataba con un promedio de materiales impropios en el colector amarillo del 29,5% a nivel autonómico. Esta cifra es mejor que de 2010 (31,1% de impropios). Sin embargo, las otras fracciones de recogida selectiva (papel- cartón y vidrio) muestran resultados bastante más positivos, lo que finalmente repercute en la facilidad de reciclaje de estos materiales.
Con esta, y otras tantas actuaciones destinadas a mejorar la gestión de los residuos urbanos, la Xunta continuará invirtiendo sus esfuerzos para conseguir triplicar las tasas de reciclado (subiendo del 10% actual al 30%) y minimizar el vertido final, bajando del 53 al 24%, objetivos prioritarios del citado plan.
