Este proyecto, que contará con una subvención del MARM de 300.000 euros distribuidos en cuatro anualidades del 2010 al 2013, plantea la disminución de la huella ecológica y el fomento de actuaciones de nuevos emprendedores en el entorno rural, generando nuevos nichos de negocios y contribuyendo a la fijación de la población local y a la mejora de la calidad ambiental.
Para ello se plantea disminuir el consumo de materiales vírgenes, recuperando y aprovechando otros materiales reciclables de manera ambiental, sanitaria y económicamente eficiente.
La iniciativa, que será coordinada por la Asociación de Desarrollo Territorial Campoo Los Valles, contará también con la colaboración de los Grupos de Acción Local GAL Comarca Asón-Agüera y GALSINMA, desarrollándose en Cantabria y Madrid.
Para su puesta en marcha, as actividades programadas incluyen una fase de dinamización para la búsqueda de emprendedores y la colaboración con organismos e instituciones, la divulgación del proyecto, la organización de jornadas de intercambio de experiencias, la ejecución de un plan formativo y el apoyo a los emprendedores en la creación de oportunidades de negocio, así como la divulgación de los resultados y la elaboración de un plan de transferibilidad de las acciones del proyecto entre los socios y a todas las zonas con inquietudes semejantes.
Los proyectos de cooperación interterritorial y tansnacional se enmarcan en la Red Rural Nacional, que persigue entre sus objetivos aumentar la capacidad de desarrollo endógeno de los territorios rurales, potenciando el enfoque ascendente y la construcción de una gobernanza territorial. Para ello el MARM puso en marcha en 2008 una convocatoria de ayudas a la cooperación interterritorial y transnacional, destinada a los grupos de acción local, con objeto de promover actuaciones singulares concretas, convirtiendo así a la Red Rural Nacional en depositaria de buenas prácticas al objeto de dinamizar la actividad de los sectores, colectivos, organizaciones, e instituciones vinculadas al medio rural.
Se trata de que, mediante proyectos de cooperación, siempre en un ámbito de implicación de grupos de acción local radicados en varias comunidades autónomas, el medio rural, con sus instituciones y, sobre todo, con su población, una vez organizada bajo la fórmula de grupos de acción local se relacione con otros territorios rurales para analizar sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, intercambiar puntos de vista, abordar objetivos comunes, evaluar su actuación y diseñar nuevos objetivos y nuevos planes de trabajo conjuntos, convencidos de que la cooperación es un paso adelante como instrumento de desarrollo.