Así, según han dicho a Europa Press fuentes de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que gestiona el Cabril en Hornachuelos (Córdoba), ésta será la consecuencia de que dicha empresa pública asumiera en febrero de 2010 la titularidad de la central de Zorita para acometer su desmantelamiento integral, el primero de estas características que se realiza en España. Un proyecto que finalizará en 2016, que cuenta con un presupuesto global de 135 millones de euros y que generará 4.000 toneladas de residuos radioactivos de baja y media actividad, que tendrán como destino final El Cabril.
Se da la circunstancia, al haberse cumplido el pasado 11 de febrero dos años del inicio de los trabajos de desmantelamiento de la central nuclear, de que este aniversario "coincide con el inminente comienzo de uno de los hitos más importantes del proyecto, el desmontaje de los componentes internos del reactor".
Desde Enresa se ha recordado que, al margen de los residuos de baja y media actividad que genere el desmantelamiento de las citadas partes activas de la central, a El Cabril han seguido llegando en los últimos meses "los residuos radiactivos de baja y media actividad generados durante la operación de la central y que aún quedan en la misma", es decir, son los mismos residuos que ya venía recibiendo El Cabril de esta central mientras estuvo activa y los mismos que llegan también al almacenamiento desde el resto de centrales nucleares españolas o procedentes de centros de investigación, hospitales y otros generadores de residuos radiactivos en España.
Por lo que se refiere a Zorita, hasta llegar al momento actual, el citado desmantelamiento de las partes activas, han sido necesarias distintas actividades previas. Por un lado, se ha convertido el antiguo edificio de turbina, una vez desmontados todos sus equipos y componentes, en un edificio destinado a acondicionar los residuos procedentes del reactor. Además, se han adaptado diferentes sistemas y adecuado y preparado las zonas de trabajo.
Una vez finalizadas las pruebas, que se desarrollan desde hace varias semanas, llegará el momento de abrir la tapa de la vasija del reactor y comenzar con los trabajos de corte, es decir, la segmentación de los componentes internos del reactor, actuación que se ha planificando con detalle y que, con su inminente desarrollo, implicará el traslado a El Cabril de los primeros residuos de baja y media actividad procedentes del desmantelamiento de dichas partes activas de la central de Zorita.