El empeoramiento de la degradación de la tierra causada por las actividades humanas está socavando el bienestar de las dos quintas partes de la humanidad, impulsando la extinción de especies y la intensificación del cambio climático. También es un importante contribuyente a la migración humana masiva y el aumento de los conflictos, según el último informe de la Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios ecosistémicos (IPBES), que fue aprobado durante la sexta sesión del Plenario de IPBES, celebrada este lunes en Medellín (Colombia).
Cambio climático
"La degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático son tres caras diferentes del mismo desafío central: el impacto cada vez más peligroso de nuestras elecciones sobre la salud de nuestro medio ambiente natural. No podemos darnos el lujo de abordar cualquiera de estas tres amenazas de forma aislada: cada una de ellas merece la máxima prioridad política y debe abordarse conjuntamente", destacó el profesor Robert Scholes, co-director presidente de la evaluación.
El informe de IPBES encuentra que la degradación de la tierra es un importante contribuyente al cambio climático, y que la deforestación por sí sola contribuye con alrededor del 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por los seres humanos. Otro factor importante del cambio climático ha sido la liberación de carbono previamente almacenado en el suelo, con la degradación de la tierra entre los años 2000 y 2009: responsable de las emisiones mundiales anuales de hasta 4.400 millones de toneladas de CO2.
Dada la importancia de las funciones de absorción y almacenamiento de carbono del suelo, "evitar, reducir y revertir la degradación de la tierra podría contribuir de manera significativa a contener el aumento de la temperatura global por debajo del umbral de 2°C que prevé el Acuerdo de París sobre cambio climático".
Proyecciones para el año 2050
"En solo más de tres décadas a partir de ahora, se estima que 4.000 millones de personas vivirán en las tierras secas", confirmó Scholes. "Para entonces, es probable que la degradación de la tierra, junto con los problemas estrechamente relacionados del cambio climático, hayan obligado a 50-700 millones de personas a migrar. La disminución de la productividad de la tierra también hace que las sociedades sean más vulnerables a la inestabilidad social, especialmente en las zonas secas, donde los años con lluvias extremadamente bajas se han asociado con un aumento de hasta el 45% en los conflictos violentos", recuerda el experto.
Su compañero Montanarella agrega: "Para 2050, se prevé que la combinación de la degradación de la tierra y el cambio climático reducirá el rendimiento mundial de los cultivos en un promedio del 10% y hasta en un 50% en algunas regiones. En el futuro, la mayor degradación ocurrirá en América Central y del Sur, África Subsahariana y Asia, las áreas con la mayor cantidad de tierra restante que es apta para la agricultura".