El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, destacó el pasado viernes en Santiago el aumento de las inspecciones medioambientales en puntos de vertido y la triplicación de las sanciones anuales llevadas a cabo por su departamento y el ente Augas de Galicia, con el objetivo de «evidenciar» que «ningún vertido quedará impune».
En este sentido, defendió en rueda de prensa que a la sanción derivada de los vertidos se sume la resultante de la Ley de Responsabilidad Ambiental, de modo que el infractor deberá hacerse cargo de los costes de restauración del medio natural afectado. «Para defender los ecosistemas y las masas de agua», reivindicó el conselleiro.
Precisamente, presentó el avance del Plan de Control de Vertidos, con datos desde septiembre de 2007 y julio de 2008, en el que se identificaron 4.590 posibles puntos, de los que 2.641 corresponden a ríos y rías de Galicia-Costa y los 1.949 restantes, a Galicia-Confederación, es decir, los que no vierten directamente al mar. El objetivo es «localizar» esos puntos para su «corrección».
De este modo, mediante 4.776 inspecciones, se detectaron un total de 3.460 puntos susceptibles de producir vertidos, tanto en instalaciones municipales –en su mayoría, depuradoras de aguas residuales urbanas– como en localizaciones industriales. Frente a este dato, Vázquez contrapuso que «en años anteriores, se hacían 30 inspecciones». «Es la primera vez que se lleva a cabo un control exhaustivo de los vertidos», proclamó.
También indicó que a lo largo de este verano, entre mayo y agosto, se incoaron 88 expedientes correspondientes a todos los vertidos, de los que 64 recayeron sobre empresas y 24 sobre ayuntamientos; mientras que otros 10 están a la espera de que termine la investigación. Así, comparó los expedientes de Galicia-Costa incidiendo en que entre los años 2000 y 2004, se incoaron un total de 253; entre 2005 y agosto de 2008, el número se duplicó hasta alcanzar los 519.
Los vertidos más llamativos son el del río Ulla, con 20 casos; la Ría de Arousa, con 13; y la Ría de Vigo, con 11. La sanción a la que se enfrentan los infractores, que aún está pendiente de resolución, puede llegar hasta 1,5 millones de euros en el caso de los municipios y hasta 4,5 en el caso de las empresas.
COLABORACIÓN ENTRE ADMINISTRACIONES
Por otra parte, refirió que el Plan de Control requiere la colaboración de ayuntamientos y empresas con la Xunta de Galicia y demandó también cooperación por parte de las diputaciones provinciales para «erradicar los vertidos». «Estamos haciendo un esfuerzo sin precedentes, pero solos no podemos», lamentó, y optó por la «cofinanciación» para «corregir» estas situaciones, al tiempo que aseguró que la «lucha» contra la contaminación «va a continuar».
En clave local, el titular de Medio Ambiente expuso que los problemas se deben a «insuficiencias» en las depuradoras y a crecimientos urbanísticos «desproporcionados» que «sobrecargan» el sistema general. En este sentido, demandó la colaboración de las diputaciones y los ayuntamientos con la Xunta «con el objetivo claro» de «proteger medioambientalmente las masas de agua» y que en 2015 «estén saneadas».
Como caso puntual, citó a Sanxenxo (Pontevedra), donde «cuando llueve se rompe todo», debido a que Medio Ambiente solicitó un lugar en Raxó para su depuradora «y no lo concede, pero sigue construyendo edificios» y el sistema «no lo soporta aunque lleve colectores». Además, criticó que la salida del parque empresarial a Meaño es «claramente insuficiente».
Por lo tanto, insistió en la «colaboración económica y técnica» que ofrece su departamento y a la que «casi todos se acogen», pero advirtió que municipios como el citado en la provincia de Pontevedra podría enfrentarse a multas de 459.000 euros por vertidos al mar. «Los que piensen que contaminar es gratis, se toparán con un sistema férreo», aseguró.
Además, aludió a la misma colaboración económica con las empresas para evitar vertidos en puntos que los técnicos destacan como «probables». En este sentido, refirió la financiación de la Xunta en el 100 por cien de la nueva depuradora para el colectivo de la cocedera de mejillón con nuevas tecnologías, de manera piloto, para que se pueda ir aplicando al resto del sector.