El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente apuesta por reducir el impacto en el medio ambiente de la generación de residuo de aceite usado de cocina procedente de la hostelería, la restauración y el sector del catering y por modelos eficientes de cierre del ciclo de vida de los aceites usados de cocina.
Así lo ha manifestado hoy la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, Guillermina Yanguas, tras la firma de un convenio de colaboración con la Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Asociación de Gestores de Residuos y Subproductos de Aceites y Grasas Comestibles (GEREGRAS).
Mediante este convenio, las asociaciones firmantes se comprometen a avanzar hacia una mayor sostenibilidad en la gestión de los residuos de aceites y grasas comestibles, convirtiéndolos en un recurso.
Además, asumen compromisos de información y de elaboración de una guía de buenas prácticas, así como de facilitar las relaciones con los gestores de residuos, elaborar un listado de empresas autorizadas y de denuncia de gestores ilegales. Se crea, asimismo, una Comisión de seguimiento a la que se presentarán informes anuales sobre el cumplimiento de los compromisos previstos.
Con este convenio, según ha explicado Guillermina Yanguas, se consolida la colaboración entre el Ministerio y las más de 300.000 empresas de restaurantes, bares, cafeterías y otros establecimientos que integran el sector de la restauración en España, así como la colaboración con el sector de la recogida y gestión eficiente de los aceites usados de las cocinas de todos esos establecimientos.
Guillermina Yanguas ha resaltado que la firma de este documento se alinea plenamente con los objetivos del Ministerio, ya que “consolidar modelos eficientes de gestión de residuos, en este caso de los aceites usados de cocina, promueve el uso eficiente de recursos, refuerza el desarrollo económico, la productividad y el empleo”.
Ha valorado además que se pone de manifiesto el compromiso voluntario para lograr unos objetivos medioambientales de uso eficiente de los recursos contenidos en los aceites usados de cocina, que “irán más lejos de lo legalmente exigible en el ordenamiento actual comunitario”.
Por último, ha concluido que la orientación de la política medioambiental de residuos que se desarrollará en los próximos años persigue, como objetivo general, el uso eficiente, óptimo y conforme a la jerarquía de residuos, de los recursos que contienen los residuos, el impulso a la economía circular y a la consolidación de empleo de calidad, a través de una gestión eficiente y sostenible.