Soler ha detallado en una rueda de prensa que la modificación del contrato se tratará en el próximo Pleno del Consejo de Mallorca, vía despecho extraordinario o a través de una comisión informativa en el orden del día, aunque ha añadido que "seguro" que la importación de residuos no podrá realizarse antes del verano.
De esta forma, la Comisión de Gobierno del Consejo autorizará, o no, la importación de combustible en función del precio. La consejera insular ha explicado que se han presentado 389 alegaciones, a las que se han sumado firmas -como las de la Asociación de Son Sardina y las del PSIB que han adherido 637 y 600 firmas, respectivamente- de forma que en total, se han entregado 1.626 escritos de alegación.
Del total de alegaciones solo se ha admitido una, en concreto, la que reclamaba la sustitución de "combustible derivado de residuo" por "residuo código".
De esta forma, el Consejo ha desestimado "totalmente" las alegaciones de los ayuntamientos de Santa Margalida y LLoseta, del PSIB y MÉS per Mallorca, del GOB, de Unió d´Associacions de Mallorca, Associció de Veïns de Bunyola, Plataforma Salvem Andratx, Progressistes per Sóller, así como de particulares, entre otros.
Estas entidades reprochaban "la ruptura del principio de igualdad y transparencia", la carencia de estudios económicos y medioambientales y la infracción de la jerarquía de residuos entre otras cuestiones, como que "la modificación del contrato no se ha hecho por interés público", según ha indicado Soler.
"Vista una, vistas todas, copiar y pegar", ha criticado la responsable de Medio Ambiente del Consejo de Mallorca, que ha dicho que "lo que han hecho los partidos y algunas asociaciones" es presentar una alegación y añadir "muchas firmas".
Tampoco se ha admitido el alegato de la propia empresa concesionaria del tratamiento de residuos, que interpretaba que no era necesario modificar el contrato para que se llevara a cabo la importación.
"No voy a decir, a día de hoy, que se vaya a subir la tarifa", ha enfatizado la consejera insular, que ha asegurado que "está trabajando" por mantener la tasa actual, aunque ha afirmado que "será muy difícil" porque uno de los parámetros en los que se basaba la institución insular para no aumentar el precio era la importación de combustible, que aún no se ha realizado.
En opinión de Soler, el hecho de que Tirme sepa que a partir de septiembre se pueden importar residuos es "una garantía que hasta hoy no tenía", por lo que ha insistido en que negociará con la empresa.
Respecto a la procedencia de los residuos, Soler ha apuntado que "desde que se inició la modificación el mercado ha cambiado", por lo que ha adelantado que se examinará el país de Europa que proporcione el precio "que reporte más ingresos sobre la tarifa".
En ese sentido, ha informado de que los residuos que iban a importarse de Nápoles se están trasladando a Alemania, por lo que esta opción queda descartada, y ha añadido que la última oferta fue de Irlanda.