Esta planta será capaz de reciclar 150.000 televisores y monitores al año, en materias primas de primera calidad para la industria de la construcción. Los cambios tecnológicos y el abaratamiento de las nuevas tecnologías que incorporan pantallas planas en los televisores y monitores, han supuesto una rápida renovación de estos aparatos. Los antiguos equipos de tecnología basada en los Tubos de Rayos Catódicos, formados por vidrios, pueden ser nocivos para nuestro medio ambiente si, tras su retirada, no se someten a un tratamiento adecuado.
En 2010 los españoles reciclarán hasta 15.000 toneladas de televisores y monitores de ordenador, lo que supone casi 1 millón de unidades según las previsiones de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). El apagón analógico, que ha implicado la instalación de pantallas planas con TDT integrado; el impacto de la celebración del Mundial de Fútbol en Sudáfrica y las promociones de las cadenas de distribución, son los motivos principales que justifican el aumento en el reciclado de estos aparatos electrónicos.
Problemática de gestión de los vidrios de los televisores
Los televisores y monitores retirados son transportados a las plantas de tratamiento de RAEEs, (Residuos de Aparatos eléctricos y electrónicos), donde se les aplica una serie de procesos de desmontaje para el aprovechamiento de sus componentes.
El acero, los plásticos y el cobre son recuperados sin dificultad ya que tienen un valor importante en el mercado de las materias primas, sin embargo, en el caso de los vidrios del Tubo de Rayo Catódico (TRC), el principal componente del televisor, su reciclaje resulta mas complejo dado que contienen; en su parte delantera fósforo y en la trasera plomo, debiendo separase en dos partes.
En la actualidad, al no existir producción de televisores y monitores con tecnologías de TRC, este vidrio solo tiene salida en la fabricación de hornos y vitrocerámicas, siendo esta salida escasa para el gran volumen de residuo existente.
Proyecto Ecovitrum
La Diputación de Valencia conocedora de la problemática ambiental generada por la acumulación de televisores, redactó el proyecto Ecovitrum, para la implantación de un sistema integral de tratamiento capaz de transformar un residuo en una materia prima de gran calidad. Esta iniciativa innovadora se desarrolla gracias a la colaboración de siete instituciones públicas y privadas que participan en la implementación técnica del mismo como socios del proyecto.
Ecovitrum, con un plazo de ejecución de tres años, cuenta con un presupuesto total de 2.397.711 de euros. Y La implantación del proyecto tendrá efectos directos, tanto en los puntos de recogida de los municipios (puntos limpios o Ecoparques) pasando por sistemas encargados de la gestión, SIG, -Sistemas Integrales de Gestión-, hasta llegar a las plantas de selección y tratamiento de RAEEs, con el objetivo de lograr unos mejores rendimientos en el reciclaje de los TRC. También se realizarán pruebas reales de aplicación de vidrio para la fabricación de materiales de la construcción, con el objetivo de obtener, a partir de un residuo como es el vidrio de TRC, una materia prima con la que poder elaborar nuevos productos.
Gestión integral de los residuos eléctricos
Este proyecto hace frente a una problemática ambiental común en todos los países de la Unión Europea como es la correcta gestión de los residuos eléctricos y electrónicos materializada en la Directiva 2002/96/CE, WEEE y el Real Decreto 208/2005, de 25 de febrero, sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión de sus residuos.
La innovación del proyecto reside en plantear la gestión de los televisores y pantallas de ordenador fuera de uso desde un punto de vista integral, contemplando todas las etapas que influyen en el sistema de recogida, trasporte y selección de estos residuos, además de establecer estrategias novedosas para su posterior reciclaje como materias primas.
En lo referente a la mejora del sistema de gestión de estos residuos, el proyecto se centrará en el proceso completo, desde que se generan los residuos hasta que son tratados en las plantas de tratamiento. Otra de las innovaciones del proyecto, con efectos sobre la gestión de los RAEEs, son los trabajos que se van a desarrollar enfocados a la concienciación ciudadana. La ciudadanía es, además de una parte muy interesada en el buen fin del proyecto, una parte fundamental para lograr que estos residuos puedan convertirse finamente en un recurso.
En relación a las innovaciones técnicas del proyecto, cabe destacar que se diseñará un prototipo capaz de suministrar vidrio de TRC con las propiedades técnicas suficientes para poder ser utilizado como materia prima en los procesos productivos de diversos tipos de material de la construcción. El prototipo será capaz de tratar todo tipo de vidrios de TRC, incluido aquellos televisores que llegan con el TRC fragmentado y que en la actualidad, al carecer de la tecnología necesaria, deben depositarse en vertederos de seguridad.
Fases del proyecto
El proyecto comenzará estudiando las diferentes medidas llevadas a cabo en la UE para la gestión de televisores y monitores en desuso, seguidamente analizará la forma de recepción de los televisores en los ecoparque y puntos limpios con objeto de establecer unas normas que eviten la roturas de estos, dado que minimizan su reciclado. Otra de las fases del proyecto consiste en el análisis técnico y de mercado de aplicación del vidrio TRC como materia prima para la elaboración de materiales de la construcción.
Una vez determinados qué materiales son los idóneos para la utilización de los vidrios, se implantará una planta piloto para la obtención de vidrio de TRC a escala industrial, apto para su posterior utilización en la fabricación de materiales de la construcción, con una capacidad máxima de tratamiento de 15.000 unidades al mes.
En el momento que se disponga de un volumen de vidrio apto para su utilización, se prevé la aplicación de los vidrios de TRC en la fabricación de materiales de la construcción, principalmente en la industria cerámica.
Finalmente, se evaluarán los resultados y se realizará un seguimiento del comportamiento de los nuevos materiales producidos, mediante un sistema de indicadores y un programa de mediciones que permita evaluar las ventajas de la implantación del proyecto.