Mediterrània-CIE ha presentado alegaciones a la autorización ambiental del proyecto de instalación de un nuevo centro de tratamiento de residuos en el término municipal de Tarragona, impulsado por la empresa Integració i Gestió de Residus S.L. La entidad ecologista considera que la puesta en marcha de la instalación, calificada en anexo del propio proyecto como una “instalación para la gestión de residuos peligrosos” requiere más transparencia y consenso social, ya que la misma se encontrará a una distancia lineal de 800 metros del núcleo de La Canonja, de 1.100 metros del núcleo de Bonavista, y de 2.100 metros del núcleo de Vila-seca.
La mayoría de instalaciones de estas características del Camp de Tarragona están ubicadas en espacios alejados de los municipios. De hecho, el antiguo “Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (RAMINP)” contemplaba que “las industrias que se consideran peligrosas o insalubres sólo se pueden emplazar a una distancia de, como mínimo 2.000 metros del núcleo más cercano de población agrupada”.
Además, Mediterrània-CIE se plantea la idoneidad de instalar más plantas de gestión de residuos en el Camp de Tarragona por motivos medioambientales y sociales. En el año 2005 se generaron un total de 120.183 toneladas de Residuos Especiales declarados en toda la provincia de Tarragona, pero las instalaciones ya existentes son suficientes para tratar el volumen generado. Mediterrània-CIE considera que los polígonos del Camp de Tarragona ya están bastante saturados de instalaciones insalubres y peligrosas, que tienen una enorme repercusión sobre el medio ambiente y la salud de las personas, por este motivo, se tendría que justificar la idoneidad y la necesidad de aprobar una nueva instalación de este tipo.
En su escrito de alegaciones, la entidad ecologista tarraconense también pide información específica sobre la cantidad de aguas residuales por parte de la actividad, la seguridad de las instalaciones receptoras para depurar estas aguas y de las medidas tomadas para evitar problemáticas de olores, dada la proximidad de núcleos habitados a las instalaciones.