Basura
Administraciones y empresas han situado la economía circular en la portada de sus agendas, y frente al modelo de producción y consumo basado en «usar y tirar» se abren paso nuevas formas de negocio orientadas a desterrar el concepto de «basura».
En ese contexto ha nacido el proyecto “recircular“, una plataforma colaborativa que informa a las empresas sobre cómo dar valor a sus residuos y las pone en contacto con otras que pueden utilizar esos restos como materia prima.
La fundadora y responsable de la iniciativa, la ingeniera Patricia Astrain, ha subrayado que el objetivo principal de la plataforma es dar una segunda vida a los residuos de las empresas y reducir los costes que tienen tanto a la hora de gestionar esos residuos como de comprar materias primas.
En declaraciones a EFE, Patricia Astrain ha destacado el triple impacto -social, económico y medioambiental- que se crea con esta iniciativa, que surgió como una “empresa emergente” (startups) en la Escuela de Organización Industrial (EOI).
“Los residuos no existen”
on el eslogan “Los residuos no existen”, la plataforma “recircular” está asentada ya en varios países europeos y trabaja con varias pequeñas y medianas empresas, pero también con algunas multinacionales.
El funcionamiento es sencillo: la empresa introduce el residuo que genera en esta plataforma y el sistema le informa sobre las oportunidades de reutilizarlo y calcula la mejor transacción que se puede hacer a partir de unos indicadores sociales, ambientales y económicos; posteriormente conecta a los generadores de esos residuos con los potenciales consumidores del mismo para promover un acuerdo entre ellos
Recircular
Así consigue “recircular” que retales de cuero para interiores de automóviles se reutilicen para fabricar zapatos o que algunos residuos de fabricación de productos de higiene femenina tengan una segunda vida.
Pero también han explorado posibilidades de transformar el bagazo (subproducto) de la industria cervecera en pan o en “bioplásticos” para envases y han encontrado ejemplos de uso de otros materiales habitualmente desechados.
De esa manera, el polvo metálico que se genera en numerosas industrias puede ser reutilizado como contrapeso de ascensores, y los tapones de corcho como aislante en la construcción o artículos de papelería.
Residuo en una empresa, alimento para otra
Patricia Astrain ha incidido en que es un proyecto que se enmarca en la nueva economía circular que se abre paso en las economías más avanzadas del mundo y se ha mostrado convencida de que esto no es una moda o una tendencia, y sí una necesidad para garantizar la sostenibilidad de la economía y reducir el consumo de recursos naturales.
La responsable de esta plataforma ha explicado que comenzó a interesarse por la economía circular después de trabajar en varios países y entornos industriales diferentes, entre ellos en China, en los que comprobó el “enorme” impacto ambiental que causa la generación de residuos de todo tipo
Así, sobre la premisa de que “el residuo de una empresa puede ser el alimento de otra” Patricia Astrain puso en marcha esta empresa, que ha promovido ya importantes transacciones en el Reino Unido, Italia o Alemania, además de en España.
Pero insiste en que el objetivo principal de la nueva plataforma es que los residuos que una empresa produce sean comprados para ser reutilizados lo más cerca posible del lugar en el que se han generado.
Hoy, con sede física en Getxo (Vizcaya), la plataforma está consiguiendo reducir el impacto ambiental de numerosas empresas y dar una segunda vida a los residuos o subproductos que generan, evitando así que éstos acaben en el vertedero o en otros países; dando así sentido al concepto que se abre camino en los países más avanzados de “residuo cero“.
Fuente: EFE Verde,
Artículo de referencia: https://www.efeverde.com/noticias/economia-circular-2/,