La construcción de esta nueva planta en Palos de la Frontera, Huelva, va a tener una capacidad para producir 500.000 toneladas de combustible sostenible. Principalmente, este combustible se destinará para la aviación (SAF) y el diésel renovable (HVO). Las compañías detrás de esta operación son Cepsa y Bio-Oils, compañía de biocombustibles de Apical.
La semana pasada, se celebró el evento de inicio del proyecto que contó con la presencia de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, el presidente andaluz, Juanma Moreno y el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar. Este último dijo: “Empezamos a materializar el primer gran hito de la estrategia Positive Motion con la construcción de nuestra nueva planta de biocombustibles de segunda generación. Este proyecto estratégico para España y Andalucía nos permitirá ser un referente europeo en el campo de las moléculas verdes y facilitará la descarbonización inmediata de sectores no electrificables, como el transporte aéreo”
La fecha de apertura está prevista para 2026 y la inversión alcanza los 1.200 millones de euros. Se estima que creará unos 2.000 puestos de trabajo durante las fases de instalación y operación.
Clave para la descarbonización
Cepsa está promoviendo la creación de un entorno dedicado a acelerar la descarbonización propia y la de sus clientes. Esto se lleva a cabo a través de su estrategia «Positive Motion» hasta 2030, la cual se centra en la producción de moléculas verdes. Principalmente, se enfoca en la generación de hidrógeno renovable y sus productos derivados, así como en biocombustibles de segunda generación. Este enfoque tiene como objetivo posicionar a Cepsa como un líder en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
Los biocombustibles emergen como una solución crucial para abordar la descarbonización del transporte, responsable del 15% de las emisiones globales de CO2. Esta tecnología estratégica ofrece la promesa de reducir las emisiones hasta en un 90% en comparación con los combustibles convencionales. Su adopción es fundamental para Europa y más allá, en el esfuerzo por mitigar el impacto ambiental y avanzar hacia un futuro más sostenible en la movilidad.
La construcción tendrá un mínimo impacto ambiental ya que se va a construir con la última tecnología para la producción de combustibles renovables
Gracias al uso de hidrógeno renovable, una electricidad proveniente al 100% de fuentes renovables y diversos sistemas para aprovechar el calor y mejorar la eficiencia energética, esta instalación reducirá sus emisiones de CO2 en un 75% en comparación con una planta de biocombustibles convencional. Además, está diseñada para alcanzar emisiones netas cero en un futuro próximo. En cuanto al consumo de agua, la instalación utilizará exclusivamente aguas recuperadas en lugar de agua dulce, y sus emisiones de agua tendrán un impacto mínimo en el ecosistema gracias a un robusto sistema de tratamiento de aguas
Esta planta también producirá biogás, materia prima fundamental para la producción de hidrógeno verde, indispensable para la descarbonización de la industria.
Biocombustibles 2G
El objetivo de Cepsa y Bio-Oils con la construcción de este complejo de combustibles renovables es liderar la producción de biocombustibles 2G en España y Portugal.
Esta década quieren establecer una capacidad de producción anual de 2.5 millones de toneladas de biocombustibles, de las cuales 800,000 toneladas corresponden a SAF (combustible sostenible de aviación). Esta cantidad de combustible sostenible para aviones sería capaz de permitir vuelos equivalentes a 2,000 veces la circunferencia del planeta.
Andalucía, el lugar indicado
El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha agradecido la inversión de Cepsa y ha manifestado su alegría por esta oportunidad. «Esta posibilidad de liderar la revolución industrial y energética ya en marcha representa una oportunidad histórica no sólo para Andalucía, sino para el conjunto de España, tenemos la oportunidad de tener una ventaja tecnológica respecto al resto del mundo, tenemos oportunidad de transformar el mundo desde Andalucía desde el sur de España, tenemos la ocasión de generar nuevas oportunidades, nuevos avances, nuevos progresos también en Huelva», ha señalado.
También ha dejado claro que «Andalucía está lista, estamos preparados para convertirnos en gran productora y distribuidora de energía limpia del continente y queremos desempeñar ese papel nos estamos preparando concienzudamente para tener esas capacidades”
En conclusión, la construcción de la nueva planta de biocombustibles en Palos de la Frontera, Huelva, marca un hito importante en la estrategia de descarbonización de Cepsa y sus socios. La inversión de 1.200 millones de euros y la creación de aproximadamente 2,000 puestos de trabajo reflejan el compromiso con la transición hacia una economía más verde. Esta planta no solo será clave para la descarbonización, sino que también posicionará a Andalucía como un líder en la producción de energía limpia, abriendo nuevas oportunidades y progresos tanto a nivel regional como global.
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