
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha expresado su profundo rechazo ante el paquete de medidas presentado por la Comisión Europea, calificándolo de «golpe devastador» para los objetivos medioambientales de la Unión Europea. La organización conservacionista critica la propuesta de Bruselas de reducir las exigencias de información ambiental a las empresas, argumentando que esta medida socava los esfuerzos para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente.
La Comisión Europea justifica su propuesta como una forma de aliviar la carga burocrática de las empresas y mejorar su competitividad frente a competidores internacionales. Sin embargo, WWF considera que esta medida creará importantes lagunas de datos y dificultará el acceso a la financiación sostenible, lo que en última instancia perjudicará a la economía europea.
Retraso en la aplicación
La organización también critica la propuesta de excluir a más del 80% de las empresas del ámbito de aplicación de la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD), así como el retraso en la aplicación de las normas sectoriales. WWF advierte que estas medidas enviarán un mensaje equivocado a las empresas que ya han invertido en sostenibilidad y abrirán la puerta al lavado verde.
Además, WWF denuncia que la limitación del ámbito de aplicación de la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad (CSDDD) ignorará riesgos críticos en las cadenas de suministro mundiales y reducirá la eficacia de esta normativa. La organización también critica la eliminación de la obligación de aplicar planes de transición climática, argumentando que esta medida socava la confianza de los inversores y contradice las prácticas actuales del mercado.
WWF insta a los Estados miembros y al Parlamento Europeo a tomar medidas urgentes para corregir las deficiencias de esta propuesta y garantizar un enfoque más ambicioso y basado en evidencias para la protección del medio ambiente. La organización advierte que este paquete de medidas sienta un precedente peligroso y podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la economía y el medio ambiente de la Unión Europea.