Investigadores de la UPM desarrollan una novedosa metodología que permite calcular el número de personas afectadas por la contaminación acústica generada por cada vehículo. El sistema abre la puerta a nuevas fórmulas para la gestión del ruido del tráfico.
El Grupo de Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada de la UPM ha desarrollado un método que permite cuantificar la huella acústica generada por un vehículo, y determinar el número de residentes expuestos a dicho contaminante.
Mediante el posicionamiento GPS, el sistema es capaz de realizar un seguimiento del vehículo, y determinar su ruta, velocidad y aceleración. Con estos datos, y en función del tipo de vehículo y del tipo de asfalto por el que se circula, obtendremos las emisiones acústicas que genera el vehículo. Al añadir información referente a la ubicación de edificios, pantallas acústicas, u otros elementos que afecten a la propagación del sonido, seremos capaces de determinar cuál es el nivel sonoro incidente en la fachada de los edificios, y con ello, el número de personas que quedan expuestas al ruido generado por dicho vehículo.
Nuevas posibilidades de gestión del ruido de tráfico
Con esta herramienta, habilitamos nuevas posibilidades de gestión del ruido de tráfico, ya que la huella estará determinada, no solamente por el tipo de vehículo, sino por el uso que se hace del mismo (el tiempo y modo de conducción), así como el recorrido seleccionado, los usos del suelo que se atraviesan y el número de personas potencialmente afectadas.
- La herramienta ha sido concebida para su implantación en las denominadas Zonas de Bajas Emisiones, donde conocer la huella acústica de los vehículos y el coste asociado, permitirá a las administraciones responsables.
- Incorporar cuotas de ruido u otros mecanismos de gestión, fomentando conductas proambientales y desincentivando los usos más contaminantes.
- Diferentes tipos de usuarios (empresas de reparto, empresas de transporte, vehículos privados) planificar su rutas sin olvidarse de los criterios acústicos.
En la actualidad únicamente se aplican tasas impositivas para internalizar los costes por contaminación acústica al ferrocarril, a las aeronaves y al transporte pesado por carretera, aplicándose a éste último de forma muy limitada y contenida, y únicamente en algunos países de la UE.
En general, la distribución de los costes se realiza de forma muy grosera, sin discriminar el tiempo de uso de la infraestructura, ni la zona por la que se transita de forma detallada, no se tiene en cuenta la población expuesta, ni tampoco la especificidad de las emisiones acústicas en función de la velocidad de circulación, forma de conducción, categoría del vehículo, etc.
Por lo tanto, el método desarrollado por la UPM ofrece un importante avance hacia una distribución más equitativa y diferenciada, tanto en la identificación de los costes por emisión de ruido, como en la responsabilidad de la aportación de los niveles de inmisión sonora producidos por cada vehículo, de forma individual.
Fuente: UPM,
Artículo de referencia: https://www.upm.es/?id=718803a73c73d710VgnVCM10000009c7648a____&prefmt=articulo&fmt=detail,