El pasado miércoles 26 de abril celebramos el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. El ruido causa más trastornos y molestias de lo que se cree. Varios estudios han demostrado su relación directa con la calidad de vida de las personas, sobre todo la de aquellas que viven en las grandes ciudades.
Para dar a conocer el impacto negativo que tiene el ruido en la salud, diversas organizaciones internacionales recuerdan el último miércoles de abril la importancia que tiene la contaminación acústica y por tanto, la necesidad de reducirla. Esta celebración se realiza desde el año 1995 y fue iniciada por la Liga para el Deficiente Auditivo (League for the Hard of Hearing), en Nueva York.
En España se hace desde hace ya varios años, por iniciativa de la Sociedad Española de Acústica. Es esencial que la sociedad esté informada sobre los perjuicios que puede ocasionar el ruido en su salud.
¿Qué es el ruido?
El ruido es un sonido inarticulado, sin armonía ni ritmo que es desagradable y molesto para nuestros oídos. Se considera como un agente contaminante invisible, un problema de salud publica que provoca efectos negativos para los seres humanos.
Las grandes ciudades están expuestas a niveles sonoros que superan los límites establecidos. A este hecho le llamamos «contaminación acústica», la cual se genera a través del tráfico de vehículos motorizados (coches, motocicletas…) y del sonido de que provocan los aviones y trenes.
Esta problemática ha ido creciendo con el paso de los años. Por esta razón, muchas instituciones, organizaciones y particulares se reúnen anualmente para expresar su preocupación y generar conciencia social en las personas.
¿Sabes cuál es el límite de ruido que toleramos?
El ruido se mide en decibelios (dB), que se emplean para cuantificar la potencia del sonido, el cual se calcula a través de unos aparatos llamados sonómetros.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite superior deseable es de 50 decibelios (dB). Está demostrado que el deterioro auditivo comienza de 75 a 125 decibelios (dB), si se sobrepasan los 125 decibelios (dB) se llega a un nivel doloroso y se llega al umbral del dolor a los 140 decibelios (dB).
En la siguiente tabla, les mostramos algunos ejemplos prácticos de lo que significa una medición por decibelios:
| Decibelios (dB) | Ejemplo práctico |
| 0 a 30 decibelios (dB) | Canto de pájaros o un alfiler que cae al suelo |
| 40 a 50 decibelios (dB) | Susurro suave, conversación en tono normal |
| 60 a 70 decibelios (dB) | Conversación en tono alto, ambiente dentro de una oficina |
| 80 a 90 decibelios (dB) | Ruido que provoca cortar el césped con una podadora, el interior de una fábrica o el tráfico en movimiento |
| 100 a 110 decibelios (dB) | Ruido de una obra o construcción o el sonido del claxon en los atascos |
| 130 a 140 decibelios (dB) | Ruido que provoca el despegue de un avión |
¿Cuáles son los principales efectos negativos para nuestra salud?
Una exposición prolongada al ruido provoca efectos negativos a la salud como:
- Afectaciones sociales: el ruido ha contribuido a un número considerable de accidentes e incluso puede ser desencadenante de agresividad social, hostilidad y violencia.
- Disminución importante de la capacidad auditiva o sordera.
- Problemas fisiológicos (pérdida de la audición hipertensión, dolor de cabeza, taquicardia, fatiga, aceleración cardiaca, trastornos del sueño, molestias digestivas, disminución del apetito sexual, enfermedades cardiovasculares, infartos cerebrales).
- Trastornos psicológicos (paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual).
Fuente: Redacción Ambientum
