Recientemente, la EFSA ha publicado un documento de evaluación de riesgos del aditivo E 171, el dióxido de titanio, para reevaluar su seguridad en el uso en productos alimenticios.
Dióxido de titanio (E 171)
El dióxido de titanio es una sustancia mineral de color blanco usada como colorante, principalmente, en productos de confitería (golosinas, chicles…), pastelería, panadería y salsas.
Se trata de una sustancia autorizada por la Unión Europea en el “Reglamento (CE) nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre aditivos alimentarios”. Solo los aditivos presentes en la lista del Anexo II de dicho Reglamento pueden comercializarse y usarse en los alimentos. Para ser utilizados, los aditivos deben cumplir con las condiciones y requisitos especificados.
Sin embargo, dado que su autorización se remonta al año 2009, tal y como se indica en el “Reglamento UE 257/2010 de la Comisión, de 25 de marzo de 2010, por el que se establece un programa para la reevaluación de aditivos alimentarios autorizados de conformidad con el Reglamento (CE) nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre aditivos alimentarios”, el dióxido de titanio se sometió a una nueva evaluación de riesgos en el año 2016, en la que se destacó la necesidad de llevar a cabo una investigación más profunda. Es por ello, que la evaluación publicada durante este mes de mayo revisa el resultado de esta anterior evaluación de la EFSA.
A pesar de que los datos siguen sin ser concluyentes, basándose en los estudios científicos disponibles, el panel de expertos determinó que el dióxido de titanio no puede continuar considerándose un aditivo alimentario seguro por su posible actividad como genotóxico (capacidad de causar daños en el ADN).
Conclusiones del documento
Este informe de la EFSA no implica que la sustancia esté ahora prohibida, sino que representa la evaluación de riesgos asociados al uso del dióxido de titanio. Ahora, la Comisión Europea y los Estados Miembro deberán tomar una decisión legislativa al respecto del aditivo.
Todo fabricante o/y usuario de aditivos debe estar en conocimiento de las actualizaciones en la normativa, que determinarán las sustancias autorizadas y las dosis máximas permitidas en los productos alimenticios.
Fuente: Nataly Fanizzi / Técnico de Calidad y Seguridad Alimentaria,