Aves marinas beneficiadas
Las prácticas pesqueras insostenibles están detrás del mayor impacto que sufren los ecosistemas marinos a escala mundial. Y el mar Mediterráneo es, sin duda, una de las regiones que mayor presión ha recibido, con múltiples y complejos impactos. Baste un ejemplo: más del 90% de sus stocks pesqueros se encuentran sobrexplotados en la actualidad. La Unión Europea se ha marcado como objetivo mejorar esta situación y, para ello, pone sobre la mesa la Política Pesquera Común (PPC), un conjunto de medidas que incluyen de tanto calado como la eliminación de los descartes. Si la aplicación de estas políticas se mantiene fiel a sus compromisos ambientales, se espera un impacto positivo en las pesquerías pero ¿qué ocurre con las aves marinas? SEO/BirdLife ha estudiado el potencial efecto de la PPC en especies amenazadas a escala global como la pardela balear y la pardela mediterránea. A largo plazo, y aplicada de manera adecuada, las políticas comunitarias podrían beneficiar a su estado de conservación.
Es la principal conclusión de la revisión presentada por Pep Arcos, responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife, en el marco en el VI Congreso Internacional sobre Albatros y Petreles (IAPC6), celebrado en Barcelona.
Analizar cómo puede afectar la PPC a las aves marinas, el grupo más amenazado de la avifauna, es crucial ya que interaccionan de formas muy diversas con la pesca. En este sentido, uno de los puntos de mayor atención del trabajo es, precisamente, la eliminación de los descartes, ya que pueden formar una parte muy importante de la dieta de aves como la pardela balear, la especie más amenazada de Europa, hasta el punto de influir sobre su distribución y comportamiento alimentario en el mar. Sin embargo, los descartes también conllevan efectos negativos como la mayor aportación de contaminantes o la alternación de las comunidades de aves marinas en favor de las especies más oportunistas.
A corto plazo, y según evidencian estudios recientes, la falta de descartes puede provocar que las pardelas tiendan a ser víctimas accidentales de artes de pesca como el palangre con mayor frecuencia. Al buscar fuentes de alimento alternativas, como el cebo de los propios descartes, quedan enganchadas en sus anzuelos. Se trata de una cuestión que, a juicio de SEO/BirdLife, precisa de la máxima atención. Sin embargo, las pardelas son depredadores marinos altamente especializados y, a la larga, es esperable que puedan compensar la falta de descartes capturando presas naturales, especialmente si estas se recuperan gracias a las medidas de la PPC.
Es más, el enfoque ecosistémico de la PPC puede implicar una mayor atención a problemas colaterales a la pesca, como son las citadas capturas accidentales. En este sentido, ya se ha recorrido parte del camino: SEO/BirdLife, junto a BirdLife Internacional, trabaja mano a mano con el sector pesquero para poner solución al problema en el Mediterráneo español. Los técnicos están implementando las medidas que federación ambiental ya ha puesto en marcha en el hemisferio sur y que, entre otros resultados, ha supuesto la reducción de muertes de albatros hasta en un 99% en la pesquería de arrastre de merluza en Sudáfrica. La instalación de elementos disuasorios en los cordeles, como si se tratase de espantapájaros, o anzuelos con peso son medidas sencillas y muy efectivas para atajar este problema. Algunas de estas experiencias fueron también presentadas en el congreso, por miembros del Albatros Task Force de BirdLife.