Ante el reto  de administrar urbes cada vez más grandes y complejas, gana fuerza desde hace tiempo el concepto de ciudad inteligente, que apuesta por emplear los avances tecnológicos en beneficio de la calidad de vida de sus habitantes. Un equipo multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha obtenido una subvención del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para desarrollar un proyecto que investigue cómo aprovechar en la región mediterránea la experiencia ya acumulada en este campo.

El concepto de ciudad inteligente (smart city, en inglés) surgió originariamente vinculado al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para facilitar un desarrollo urbano eficiente e integral.  Pero hoy en día tiene una dimensión más amplia, al abarcar la sostenibilidad, la innovación y la gobernanza, así como las inversiones en transporte público, eficiencia energética y centros de investigación.

El desarrollo urbano se ha convertido en una prioridad clave para los países de la cuenca mediterránea. Así lo interpreta el BEI, que sostiene que es necesario construir un marco para conectar la tecnología y las políticas públicas con la realidad de la gestión y financiación de las ciudades y los programas de investigación en la región. A este propósito respondió la creación de una nueva línea investigadora en su programa de cooperación con las universidades EIBURS, que lleva por título El desarrollo de la ciudad inteligente: aplicación de la experiencia europea  e internacional en el área mediterránea.

El proyecto de la UPM, que se impuso en el proceso competitivo a propuestas procedentes de más de una veintena de universidades europeas, pretende establecer una metodología para evaluar y priorizar diferentes iniciativas de inversión relacionadas con la ciudad inteligente y el desarrollo sostenible. Además de establecer directrices de implementación y gestión, entre los objetivos figura elaborar una estrategia para transferir este tipo de actuaciones a las ciudades mediterráneas, de acuerdo con los desafíos propios que afrontan.

La coordinación del proyecto corresponde al Centro de Investigación del Transporte (TRANSyT) de la UPM, que dirige Andrés Monzón, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. “Pese a que en los últimos año se han desarrollado muchas iniciativas en el contexto de las smart cities, existe una importante carencia de indicadores y metodologías para evaluarlas”, explica Monzón. “La UPM tiene una reconocida experiencia en actividades de I+D relacionadas con resolver los retos que presenta una ciudad, ofreciendo una visión multidisciplinar. Creo que el proyecto traerá nuevas e innovadoras ideas para el desarrollo del concepto de smart city y que los resultados serán de gran utilidad.”

Están representados en el equipo multidisciplinar de la UPM el Centro de Domótica Integral (CeDInt) y el Centro de Electrónica Integral (CEI), así como los grupos de investigación Redes y Servicios de Telecomunicación e Internet (RSTI) y Vivienda Colectiva (GIVCO). En la resolución del concurso, el BEI valoró la relación del proyecto, titulado Evaluación de iniciativas de ciudad inteligente para la región mediterránea (ASCIMER , Asessing Smart City Inniatives for the MEditerranean Region), con la calidad del programa de enseñanza de posgrado al que está asociado, el Master in City Sciences, dirigido por José María Lapuerta, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura.



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