En la actualidad los programas informáticos son elementos ominipresentes y profundamente incrustados en los sistemas y las infraestructuras del entorno urbanizado y en la gestión y la gobernanza de las sociedades urbanas.
El proyecto SOFTCITY (The Programmable City), dirigido por el profesor Robert Michael Kitchin de la Universidad Nacional de Irlanda, estudiará la naturaleza y las formas que adopta el software, así como su influencia en la vida cotidiana.
No resulta un secreto que las tecnologías y los servicios informatizados mejoran y facilitan la labor urbanística y su análisis, la gestión de los servicios urbanos y públicos y, en general, el uso que los ciudadanos hacen de los espacios. Los programas informáticos se han abierto hueco ya en una amplia gama de tareas cotidianas en el ámbito doméstico y laboral, las compras, los desplazamientos, la comunicación y las labores de gestión y gobierno.
De hecho, existe quien afirma que se está avanzando hacia una era nueva de capacidad de computación ubicua que estará distribuida y disponible en cualquier lugar del planeta para que los ciudadanos la aprovechen en su quehacer diario.
El proyecto SOFTCITY, que se pondrá en marcha en junio de 2013, contará con una financiación de 2,3 millones de euros procedentes de los fondos europeos, estudiará las formas en las que el software da servicio a las tecnologías y las infraestructuras «inteligentes» como los edificios inteligentes, los sistemas de servicios de transporte inteligentes, la telemática densa y las infraestructuras informáticas, capaces todas ellas de aumentar la productividad, la competitividad y la sostenibilidad.
Sus responsables también estudiarán los procesos de generación y análisis del fenómeno ¨Big data¨, esto es, corpus de datos gigantes, dinámicos e interconectados que guardan correspondencias con personas, objetos, interacciones, transacciones y territorios.
Sus análisis se ocuparán de cuatro aspectos fundamentales del entorno urbano, a saber, la comprensión, la gestión, la actividad laboral y la vida diaria de y en la ciudad.
Se tratará de dar respuesta a cuestiones como las siguientes: ¿cómo se emplea el software para regular y gobernar la vida en la ciudad?, ¿cómo se organizan la geografía y la economía política de la producción de software? y ¿cómo transforma el software el comportamiento espacial de los ciudadanos?
El grueso de los estudios de campo se realizará en Dublín (Irlanda) y como emplazamiento secundario se utilizará Boston (Estados Unidos). La producción de software en estas ciudades es importante y ambas experimentan varios tipos de urbanismo programable. Además, el estudio de dos emplazamientos permitirá comparar y contrastar cómo se produce y utiliza el software en dos culturas distintas.
Las metodologías a emplear incluirán entrevistas, estudios etnográficos, auditorías, encuestas y análisis del discurso, así como el desarrollo de un método nuevo, la arqueología de algoritmos.
Los socios de SOFTCITY confían en que su trabajo solucione una carencia grave en las ciencias sociales, dé respuesta a dudas clave relacionadas con la naturaleza del software en las ciudades y proporcione nuevas herramientas teóricas e indicios empíricos para analizar una era nueva de urbanismo programable.