La arquitectura desarrollada es capaz de extender a cualquier punto de la red de baja tensión, de manera distribuida y eficiente, toda la capacidad de monitorización y control que hasta la fecha se tenía únicamente en la red de alta tensión. El software desarrollado se ha probado con éxito en tres pruebas piloto en Brescia (Italia), Tampere (Finlandia) y Barcelona, y permite aglutinar funciones de comunicaciones y aplicaciones eléctricas en un único dispositivo, con el consiguiente ahorro de costes, tanto de inversión como de operación y mantenimiento. Utilizando protocolos y sistemas estándares y abiertos, se han implementado tanto funciones propias de la distribución eléctrica, como de las comunicaciones. Dentro de las primeras, el control de la generación distribuida, la minimización de las pérdidas o la mejora de la gestión de activos. Y entre las segundas, la integración segura de distintas tecnologías, la autogestión de la redundancia de caminos y la mejora continua de las prestaciones de la red.
La infraestructura de bajo coste de despliegue integra de forma eficiente la tecnología Powerline de banda ancha y alta frecuencia, que usa como medio de transmisión el propio cable eléctrico ya existente, con tecnologías de telecomunicaciones típicas de las redes de sensores inalámbricos, cuyas principales características son la ausencia de cables y su bajo consumo de energía. Al tratarse de una plataforma abierta permite implementar cualquier tipo de aplicación y funcionar como sistema de comunicación para otro tipo de datos y servicios, incluida la telefonía.
Entre las principales ventajas, Integris permite repartir los procesos entre todos los dispositivos de la red, lo que facilita la operación de la red de un modo más automatizado, fiable e independiente, y posibilita la gestión activa de cargas, controlando así en tiempo real la saturación de la red.
Prueba piloto en Barcelona
Para la prueba piloto llevada a cabo en Barcelona, Endesa seleccionó un escenario formado por 11 Centros de Transformación, en los que, además de los parámetros básicos de las redes de media y baja tensión, se instalaron sondas de temperatura para analizar la influencia de la misma en el comportamiento y tiempo de vida de cables y baterías. Estos 11 centros se han comunicado mediante una red basada en tecnologías de banda ancha, como WiFi o Powerline, y de banda estrecha, como RFID o ZigBee.
La eficiente integración de la generación distribuida en las smart grids, a partir de una arquitectura como Integris, permitirá una mayor eficiencia del sistema de distribución, así como la mejora de la calidad global del servicio eléctrico y la consiguiente reducción en las emisiones de CO2 a la atmósfera.
El proyecto ha tenido una duración de 35 meses y un presupuesto cercano a los 6 millones de euros, de los que la Comisión Europea ha subvencionado casi el 60%. Se encuadra dentro del 7º Programa Marco de la Comisión Europea y es uno de los seis proyectos que fue aprobado en la convocatoria conjunta del 2009 “Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y Energía” en el apartado de las Tecnologías para la Eficiencia Energética/Nuevas soluciones TIC para Redes de Distribución Eléctrica.
Liderado por Enel Energy Europe, el proyecto Integris ha sido desarrollado por un consorcio interdisciplinario, formado por empresas del sector eléctrico y de telecomunicaciones además de dos universidades, combinando así el conocimiento teórico con la experiencia en ambos sectores. Además de Enel Energy Europe y Endesa, han formado parte del consorcio Indra, Marvell Hispania, Fundació Universitat i Tecnologia (La Salle), Schneider Electric, Current Technologies International, TESMEC, A2A Reti Elettriche y Tampere University of Technology.