Este jueves se celebra en Santander un hito jurídico: el primer juicio en España por ‘greenwashing’ entre dos grandes empresas energéticas. Iberdrola ha demandado a Repsol por competencia desleal y publicidad engañosa, acusándola de falsear su imagen de empresa sostenible.
El litigio se centra en las campañas publicitarias de Repsol, que según Iberdrola, exageran sus esfuerzos en la transición energética. La eléctrica sostiene que la petrolera está utilizando el término «sostenibilidad» de forma engañosa para promocionar productos y servicios que no cumplen con los estándares ambientales.
La elección de Santander como sede del juicio se debe a que Repsol Distribuidora de Electricidad y Gas, una de las demandadas, tiene su domicilio social en esta ciudad. A pesar de los intentos de Repsol por trasladar el caso a Madrid, la justicia ha determinado que Santander es el lugar adecuado para dirimir esta controversia.
Reducción de emisiones
Este juicio adquiere especial relevancia en un contexto europeo marcado por la creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de una transición energética justa. La Unión Europea ha establecido objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y ha aprobado normativa para combatir prácticas engañosas como el ‘greenwashing’. Aunque España aún no ha transpuesto esta directiva, el caso entre Iberdrola y Repsol sienta un precedente importante en la lucha contra la publicidad ambientalmente engañosa.
Tanto Iberdrola como Repsol han contratado a prestigiosos bufetes de abogados y consultoras especializadas en temas energéticos y medioambientales. La sentencia, que podría conocerse a finales de año o principios de 2025, marcará un hito en la jurisprudencia española y podría tener implicaciones para otras empresas del sector.
Publicidad engañosa
En un movimiento que promete reavivar el debate sobre la sostenibilidad en el sector energético, Iberdrola ha presentado una demanda contra Repsol, acusándola de competencia desleal y publicidad engañosa, es decir, de «greenwashing». La eléctrica sostiene que la petrolera está promocionando falsamente iniciativas sostenibles mientras continúa impulsando el uso de combustibles fósiles.
Según la denuncia, Repsol estaría presentando una imagen de empresa comprometida con la sostenibilidad que no se corresponde con la realidad de sus operaciones. Iberdrola argumenta que la oferta multiproducto de Repsol, centrada en gran medida en los combustibles fósiles, contradice sus supuestos esfuerzos en materia de energías renovables. Además, la eléctrica considera que las campañas de Repsol incluyen «actos de engaño y omisiones engañosas sobre el compromiso medioambiental de la compañía».
El objetivo de Iberdrola es claro: poner fin a estas prácticas engañosas y garantizar que los consumidores tengan información veraz y transparente para tomar decisiones informadas. Para ello, la compañía solicita que se condene a Repsol a cesar en estas prácticas y a publicar la sentencia de forma destacada en diversos medios, incluyendo su página web, radio, televisión y prensa nacional.
Precedente en el mercado español
Con esta demanda, Iberdrola busca no solo defender sus intereses, sino también sentar un precedente en el mercado español. La compañía aspira a que este caso sirva para combatir el «ecopostureo» y garantizar que todas las empresas del sector energético ofrezcan información clara y honesta sobre sus productos y servicios.
Esta acción legal se suma a una tendencia global creciente de combatir el «greenwashing». En países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia, ya se han impuesto sanciones a empresas, principalmente petroleras, por prácticas engañosas en materia de sostenibilidad.