Envases comerciales e industriales en medicamentos

El Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SIGRE) ha dado un paso importante en su misión de promover la sostenibilidad en la industria farmacéutica. Desde su creación en 2001, SIGRE ha sido pionero en la gestión medioambiental de los envases y residuos de medicamentos generados en los hogares. A partir del 1 de enero de 2025, amplía su ámbito de actuación para incluir los envases comerciales e industriales de medicamentos, con el objetivo de cumplir con las nuevas regulaciones en materia de envases y avanzar hacia una economía más circular en el sector farmacéutico.

SIGRE: un compromiso con la sostenibilidad desde 2001

SIGRE es una entidad sin ánimo de lucro creada por la industria farmacéutica, en colaboración con la distribución y las farmacias, para garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases vacíos o con restos de medicamentos generados en los hogares. A lo largo de más de dos décadas, SIGRE ha cumplido con su misión mediante la recogida y el tratamiento adecuado de estos residuos, promoviendo además el ecodiseño de envases para reducir la generación de residuos y sensibilizando a la ciudadanía sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inapropiado de los medicamentos.

El sistema ha jugado un papel crucial en la concienciación pública sobre la importancia de la correcta gestión de los residuos farmacéuticos, ofreciendo a los ciudadanos una red de puntos de recogida y facilitando el reciclaje y el tratamiento adecuado de estos envases. Su enfoque no solo se ha centrado en la sostenibilidad medioambiental, sino también en la salud pública, fomentando la revisión periódica del botiquín doméstico para evitar la acumulación innecesaria de medicamentos en los hogares.

Un cambio clave en la gestión de envases farmacéuticos

A partir de 2025, SIGRE expandirá su labor para incluir los envases comerciales e industriales de medicamentos, aquellos generados en los establecimientos sanitarios y en las instalaciones de distribución. Esta ampliación ha sido autorizada por la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, que ha otorgado a SIGRE la autorización administrativa como SCRAP para gestionar estos nuevos tipos de envases. Esta autorización, válida para todo el territorio nacional, tiene una vigencia inicial de ocho años y reafirma el compromiso de la industria farmacéutica con la sostenibilidad y la economía circular.

Esta medida responde a la necesidad de que los productores de envases comerciales e industriales de medicamentos se adhieran a un SCRAP autorizado antes del 31 de diciembre de 2024. SIGRE ya ha puesto en marcha el proceso de adhesión de las empresas del sector para cumplir con las nuevas exigencias normativas, complementando así los acuerdos ya existentes con los productores de envases domésticos.

Colaboración y sostenibilidad: la clave del futuro

La ampliación de SIGRE a los envases comerciales e industriales representa no solo un cumplimiento de las nuevas normativas, sino también una oportunidad para que el sector farmacéutico colabore de manera más estrecha con otras organizaciones del sector salud en materia de sostenibilidad. Miguel Vega, director general de SIGRE, ha destacado que esta ampliación del SCRAP permitirá al sector avanzar en la creación de una economía circular, donde se prioricen principios como el ecodiseño y la correcta gestión de los residuos a lo largo de todo el ciclo de vida de los medicamentos.

Con esta nueva medida, SIGRE tiene la intención de involucrar a todos los actores del sector farmacéutico en un esfuerzo conjunto por minimizar el impacto ambiental de la industria. A medida que las regulaciones sobre residuos y envases se hacen más estrictas, la colaboración entre los distintos agentes del sector, desde los productores hasta los consumidores, se vuelve esencial para lograr los objetivos de sostenibilidad.

Hacia una economía circular en la industria farmacéutica

La ampliación de SIGRE refuerza el compromiso de la industria farmacéutica con una economía circular, en la que los recursos se reutilizan y los residuos se gestionan de manera eficiente para minimizar su impacto ambiental. Esta transición no solo beneficia al medio ambiente, sino que también responde a una demanda creciente de los consumidores y las autoridades para que las empresas adopten prácticas más responsables y sostenibles.

En conclusión, el paso dado por SIGRE hacia la gestión de los envases comerciales e industriales de medicamentos marca un hito importante en la evolución de la industria farmacéutica hacia la sostenibilidad. Al integrar estos envases en su sistema de gestión, SIGRE no solo asegura el cumplimiento de las nuevas normativas, sino que también establece un modelo de colaboración y compromiso con la economía circular, que podría servir de ejemplo para otros sectores industriales.

 

Redacción Ambientum



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