Garantiza el aprovechamiento del rural de forma compatible con la preservación de sus valores, promoviendo el uso para los fines para los que resulta idóneo, como las grandes equipaciones de interés público o el turismo sostenible

Consolida la apuesta por la recuperación y la protección del paisaje gallego y la lucha contra el feísmo, reforzando el deber de finalizar el exterior de las construcciones

Se trata de conseguir “un máximo resultado con una intervención mínima”, señala la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras

Destacan el objetivo de que “todos los ayuntamientos dispongan de un planeamiento de calidad en un tiempo razonable”, y para eso introduce el informe único autonómico y el plazo máximo de 3 meses con silencio positivo para su emisión

Esta norma supone un paso más en el camino comenzado en 2009, y que dio como fruto la aprobación de las Directrices de Ordenación del Territorio y del Plan del Litoral, además del comienzo de la tramitación de las Directrices del Paisaje

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado el anteproyecto de la Ley del suelo, una vez se culminó el amplio proceso de participación pública que acompañó la elaboración de esta norma, en el que se dialogó con 75 agentes y se llevaron a cabo una treintena de encuentros sectoriales. Así, este texto legal, que consolida “un urbanismo responsable” y tiene “vocación de permanencia en el tiempo” incorporó ocho de cada diez alegatos hechos al texto inicial, que se dio a conocer en octubre.

Esta nueva ley dedica especial atención al medio rural, que supone “el 93% de nuestro territorio”, segundo recordó Feijóo. “Garantizamos un rural protegido y un rural vivo porque garantizamos el aprovechamiento del rural de forma compatible con la preservación de sus valores —añadió—. No hay suelo más desprotegido que el que no tiene ningún uso y está sometido al abandono”. La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, destacó que el compromiso del Gobierno es mantener y mejorar un medio rural vivo; a través de medidas que permitan aprovechar el suelo rústico para los usos para los que es idóneo, como para las instalaciones de interés general que precisan espacio (colegios, hospitales…) y las nuevas equipaciones públicas (depuradoras, cementerios…) que no deban estar dentro del núcleo, así como para favorecer un turismo sostenible.

El segundo gran objetivo de la ley es la recuperación y protección del paisaje gallego, para que “las construcciones y las instalaciones deban adaptarse al contorno y no al revés”, subrayó el presidente. Hizo también un llamamiento a la sociedad gallega para, todos juntos, “luchar contra el feísmo y apoyar la protección del paisaje”. Esta ley fomenta el urbanismo responsable -añadió Vázquez Mourelle- a través de la concienciación de la importancia del final exterior de las edificaciones, por ejemplo,  fomentando la recuperación de lo ya construido frente a la ejecución de nuevas estructuras. En resumen, “se trata de conseguir un máximo resultado con una intervención mínima”.

Normas urbanísticas de calidad para todos los ayuntamientos gallegos

La tercera meta de la Ley del Suelo es que todos “los ayuntamientos tengan en esta década normas urbanísticas de calidad y perdurables en el tiempo”, tal y como afirmó Feijóo. Esto significa un paso más en la tarea de actualización de los planeamientos urbanísticos que la Xunta comenzó en 2009. Así, se ponen a disposición de los ayuntamientos más pequeños un planeamiento básico, se da una mayor autonomía municipal a los ayuntamientos más grandes y simplifica los trámites para que todo el proceso sea más ágil.

La conselleira indicó que se tiene en cuenta a diversidad del territorio gallego, sin perder de vista el referente de que todos los ayuntamientos de la Galicia cuenten con un planeamiento acomodado a sus necesidades y en un tiempo razonable. Indicó que a lo largo de 2016, la Xunta redactará el Plan Básico Autonómico y entre 2017 y 2020, los planes básicos municipales para dotar los municipios de menos de 5.000 habitantes de una herramienta de planeamiento adaptada a sus necesidades.

Asimismo destacó que se acercará rapidez y agilidad en la obtención de los informes sectoriales, con un informe único autonómico, que permitirá ahorrar un 75% del tiempo ya que la Secretaría General de Urbanismo recopilará todos los informes de la Xunta y transcurridos 3 meses operará el silencio administrativo positivo. Por último, se habilitará a las grandes ciudades para que aprueben definitivamente sus planeamientos.

Un paso más en un largo camino

“Este no es un camino que comenzáramos recientemente”, recordó el jefe del Ejecutivo gallego, antes de repasar el “trabajo ingente” que, en los últimos años, dio como fruto la aprobación de las Directrices de Ordenación del Territorio y del Plan del Litoral, además de la puesta en marcha de los trámites para que Galicia pueda contar en 2016 con unas Directrices del Paisaje.

En definitiva, la nueva Ley del Suelo, que ahora será remitida al Consejo Económico y Social, como paso previo a su tramitación en el Parlamento —que tendrá lugar, previsiblemente, en septiembre—, da respuesta “a la necesidad de asegurar la ordenación racional del territorio y la protección del paisaje a todos los niveles”, segundo dijo el presidente de la Xunta.



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