El proyecto está liderado por Iberdrola Ingeniería y Construcción, cuenta con apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad y ha sido financiado por CDTI.
Primeros fotobiorreactores
Una de las líneas centrales de la investigación que se está desarrollando en el marco del Cenit VIDA va orientada al desarrollo de nuevos sistemas de bioproducción de las microalgas más eficientes, que minimicen sus costes y posibiliten el uso y desarrollo industrial de sus múltiples aplicaciones.
En el segundo año del proyecto, Iberdrola Ingeniería y Construcción y ainia centro tecnológico han diseñado los primeros fotobiorreactores de microalgas basados en un sistema de intensificadores lumínicos y térmicos, que pueden ser la solución para alcanzar mayores rendimientos, reduciendo así los costes y mejorando los ratios de rentabilidad por explotación.
Un fotobiorreactor es un equipo para cultivar de una forma controlada microalgas. Éstas necesitan fundamentalmente agua, nutrientes como nitrógeno, dióxido de carbono (CO2) y luz para su crecimiento y bioproducción. Por ello, el sistema en el que se está trabajando está pensado especialmente para entornos desfavorables a estos elementos, especialmente en cuanto a la disponibilidad de luz solar. La concepción de estas nuevas instalaciones ha sido posible gracias a la integración de la experiencia y know-how científico-tecnológicos en ámbitos tan variados como la ingeniería de procesos, el diseño de equipos o la microbiología.
Microalgas, recurso natural infrautilizado
Las microalgas son interesantes no sólo por su potencial uso energético, sino también porque pueden contener gran variedad de compuestos de valor en el mercado, como polisacáridos, lípidos, proteínas, espesantes, carotenoides, pigmentos, vitaminas, esteroles, enzimas, antibióticos, cosméticos, productos farmacéuticos y otros productos químicos, algunos con propiedades antioxidantes o biocidas.
Además, también se ha demostrado que son capaces de transformar sustancias y aguas residuales en biomasa útil (materia orgánica obtenida tras un proceso biológico de la que se puede obtener compuestos de interés y/o energía), utilizando para ello CO2 como fuente de carbono. Así, a la vez que las microalgas actúan como sistemas naturales de depuración, se convierten en una fuente de biomasa limpia y renovable.
El reto: la biociudad
Más allá del reto de conseguir sinergias entre disciplinas y sectores tan variados como el alimentario, farmacéutico, cosmético, agrícola, ganadero, tratamiento y gestión de residuos, energías renovables, materiales de construcción y gestión urbana, lo que el proyecto VIDA persigue es una visión integrada de la ciudad, desde sus perspectivas social, ambiental y económica, donde la satisfacción de las necesidades urbanas se realice de forma compatible con la reducción del impacto ecológico, la autosuficiencia y la sostenibilidad.
VIDA es un proyecto de investigación en el ámbito de las microalgas que, dado su carácter global e integrador, contribuye decisivamente y enriquece el concepto de ciudad sostenible, en el que las microalgas no sólo serán utilizadas como fuente de energía limpia y renovable, sino también como materia prima para el abastecimiento de las necesidades y requerimientos básicos de sus habitantes.