Investigadores de la UPM, la Université de Limoges y el CNRS de Francia desarrollan un nuevo material descontaminante, sostenible y económico a partir del corcho y sus residuos.
España es, después de Portugal, el mayor productor de corcho a nivel mundial.
Este mercado, en declive por la sustitución del corcho por materiales sintéticos, necesita de alternativas de uso para evitar la pérdida de alcornocales, uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad y más representativos del área mediterránea.
Con ese fin, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Université de Limoges y el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia han desarrollado un procedimiento para la obtención de un nuevo material flotante que permite la descontaminación de aguas y gases. Está fabricado a partir del uso de residuos de la industria corchera que hoy día no se están aprovechando.
Photo-Cork es el nombre que los investigadores han dado al nuevo material. “Se trata de un producto con un marcado carácter sostenible y de ahorro energético, cuyas características adsorbentes y propiedades fotocatalíticas lo convierten en un material idóneo para el tratamiento de gases o aguas con una alta presencia de sustancias orgánicas contaminantes”, explica Evangelina Atanes, del Departamento de Ingeniería Mecánica, Química y Diseño Industrial de la UPM.
Descontaminante óptimo de aguas y gases con presencia de pinturas, disolventes o compuestos orgánicos volátiles, Photo-Cork permitiría la descontaminación en casos en los que actualmente no se realiza limpieza alguna, por los elevados volúmenes de agua.
“No hay que olvidar que, a pesar de las mejoras alcanzadas en algunas regiones, la contaminación del agua a nivel mundial continúa creciendo, y alrededor del 80% de las aguas residuales en los países en vías de desarrollo se descarga sin tratamiento, contaminando ríos, lagos y zonas costeras”, añade Antonio Nieto con referencia a datos de la Unesco (WWDR3 Unesco).
Su empleo en la descontaminación se realizaría in situ y con bajos costes de operación. En pruebas de laboratorio, su uso ha permitido la eliminación de un 50% de un contaminante modelo tras 1 hora de contacto y hasta un 100% de eliminación del contaminante en un contacto superior a las 2 horas.
El uso de este material, que ha dado ya lugar a una patente nacional, “implica la valorización de residuos de la industria corchera y la apertura de un nuevo mercado para el sector con la fabricación de un producto de alto valor añadido”, afirma Francisco Fernández.
Forman el equipo de investigadores de la UPM en este trabajo Antonio Nieto, Evangelina Atanes y Francisco Fernández, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la UPM. El grupo cuenta con amplia experiencia en la valoración de residuos procedentes de diferentes industrias, así como en adsorción y catálisis, y es autor de otras patentes relacionadas con la eliminación de contaminantes.