La aplicación cuenta inicialmente con una base de datos de 150 especies, que se irá ampliando con actualizaciones periódicas. “Cada ficha presenta, como mínimo, unafotografía de referencia y, en algunas especies, se han incluido ilustraciones a colorelaboradas por pioneros de la micología entre finales del s. XVIII y principios del s. XX.
También se han incorporado en algunos casos dibujos en blanco y negro de caracteres microscópicos”, explica la investigadora Maria Paz Martín del Real Jardín Botánico del CSIC.
En la elaboración de los contenidos y las imágenes de referencia han colaborado miembros de la Societat Catalana de Micologia y la Sociedad Micológica de Madrid.Filtros de búsqueda a partir de diferentes filtros, que analizan la morfología, la temporada y el hábitatdonde ha sido encontrado el hongo, y gracias a la información que aportan los fondosdel Real Jardín Botánico, la aplicación selecciona fichas de especies con los resultadosmás probables.
Además de identificar el hongo avistado, FungiNote permite conocer toda la información relativa al ejemplar: sus distintos nombres, la etimología de la taxonomía, su estatus de conservación, su distribución geográfica, curiosidades y si es comestible o no, entre otros datos.“Los amantes de la micología podrán disponer de toda esta información de manera rápida y sencilla, pero recordemos que se trata de información de referencia para la identificación de hongos que no pretende ser una guía de consumo humano. En casode duda sobre la toxicidad de un ejemplar se recomienda no recolectarlo ni ingerirlo”,añade Martín.
Cuaderno de campo social
Además de la función de consulta, FungiNote permite crear un cuaderno de campo personalizado donde anotar los hallazgos, las localizaciones, las fechas e incluir fotografías propias. “Este archivo personalizado puede mantenerse privado o, si sequiere, compartirse en línea con otros usuarios de la aplicación. De este modo la aplicación busca reforzar el aspecto más social de esta afición, e invita a los micólogosa compartir y comentar sus propios hallazgos y los de los demás con toda lacomunidad de aficionados”, concluye la investigadora.
“Esta iniciativa cumple uno de los objetivos que se ha planteado el CSIC para los próximos años: acercar la empresa al laboratorio y viceversa para potenciar que se obtengan productos que puedan llegar a la sociedad. Esta nueva tecnología, además,se seguirá implementando fruto del trabajo continuo entre el CSIC y la empresa”,destaca Alicia Castro.
La aplicación ha sido desarrollada por la empresa española Wake App! y ya se encuentra disponible para su descarga, que durante el mes de noviembre será gratuita.