Investigadores europeos han desarrollado una nueva herramienta informática que va a permitir evaluar el estado ambiental de los mares europeos de una manera integrada.
La investigación mejorará así el conocimiento de los efectos de las actividades humanas en la biodiversidad marina y las variaciones producidas por el cambio climático.
El nuevo software, denominado NEAT (Nested Environmental status Assessment Tool, Herramienta Anidada para la Evaluación del Estado Ambiental), ha sido realizado en el marco del proyecto europeo DEVOTES, y es resultado de la colaboración de 23 socios de 14 países, después de cuatro años de investigación en el Báltico, Atlántico, Mediterráneo y mar Negro.
El coordinador del proyecto y experto en biodiversidad marina, Ángel Borja, del centro tecnológico AZTI,Borja indica que “la investigación en este ámbito es un paso importante ya que va a permitir mejorar el conocimiento de los efectos de las actividades humanas en la biodiversidad marina, así como las variaciones debidas al cambio climático”.
“NEAT ha sido diseñada para ayudar a las autoridades ambientales de los países europeos en la evaluación de los mares, pero también por los Convenios Internacionales de los Mares Regionales y para la Directiva Marco de la Estrategia Marina europea”, subraya el coordinador del proyecto.
“La evaluación de la salud de los mares es compleja, pero esta herramienta hace la tarea mucho más fácil”, concluye el investigador.
Este software incorporará en pocos meses nuevas aplicaciones que permitirán hacer evaluaciones de la biodiversidad on line
NEAT integra una herramienta previa, también producida por este proyecto, que incluye más de 500 indicadores ambientales usados o en desarrollo por los estados europeos. Además, a través de actualizaciones regulares y atendiendo a las demandas de los usuarios, este software incorporará en pocos meses nuevas aplicaciones que permitirán hacer evaluaciones de la biodiversidad on line.
Una herramienta fácil de utilizar
Según Torsten Berg, del centro de investigación marina alemán MariLim y uno de los creadores del software, “algunas de estas herramientas pueden ser difíciles de usar, pero hemos trabajado duro para hacer una interfaz amigable para el usuario”.
Usar NEAT es sencillo: primero se selecciona el mar regional en que se quiere hacer la evaluación, luego se eligen los indicadores apropiados, los hábitats y los componentes ecosistémicos para un área específica dentro de cada mar regional.
“NEAT calcula la incertidumbre de los valores de cada indicador, por lo que el usuario puede determinar la confianza de la evaluación. Cuantos más indicadores y datos se usan, más robusta es la evaluación”, comenta el estadístico ambiental Jacob Carstensen, de la Universidad de Aarhus, que también ha trabajado en el desarrollo de la herramienta.
Pero “lo mejor de NEAT es su flexibilidad”, añade Jesper Andersen, de NIVA Denmark Water Research, uno de los diseñadores de la idea. “NEAT es tan versátil que puede ser usada en otro tipo de evaluación ambiental, no sólo para la biodiversidad marina”, asegura. Por ello, puede ser usada por compañías y consultorías que llevan a cabo estudios de impacto ambiental.
NEAT y su manual de uso están ya disponibles libremente en la página de DEVOTES. Los socios del proyecto están ahora haciendo difusión de la herramienta y organizando cursos de formación en los estados miembro y en los mares regionales. “Hemos hecho ya demostraciones de la herramienta para las autoridades de Portugal y España”, dice Alice Newton, de NILU, en Noruega, y la Universidad del Algarve, en Portugal, “y ha sido bien recibida por los Convenios de los Mares Regionales”.
Sobre el proyecto DEVOTES
El proyecto europeo DEVOTES (DEVelopment Of innovative Tools for understanding marine biodiversity and assessing good Environmental Status) es una de las iniciativas más ambiciosas para conocer la biodiversidad y el estado ambiental de los mares comunitarios.
Con una duración prevista de cuatro años y un presupuesto de 12 millones de euros, cuenta con la participación de 23 centros de investigación europeos y fuera de Europa. El proyecto está coordinado por un centro tecnológico español: AZTI. Entre los socios españoles participa, además, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).