El dispositivo Thader, de prevención de incendios en las riberas de los ríos y ramblas de la Región, ha contribuido a reducir este año casi un 50 por ciento el número de incendios en relación al año pasado. De enero a septiembre de 2014 se han registrado 25 incendios de ribera con una superficie total afectada de 9,54 hectáreas.
El término municipal que registró más incidencias fue Cehegín, con seis incendios y una superficie afectada de 2,4 hectáreas. Le siguen Calasparra, con dos hectáreas, y Bullas con 1,7 hectáreas de ribera calcinadas. Durante 2013 se produjeron 40 incendios de ribera con una superficie total afectada de 14,37 hectáreas.
La Dirección General de Medio Ambiente, dependiente de la Consejería de Agricultura y Agua, adelantó la fecha de inicio del citado dispositivo al pasado 15 de mayo, como consecuencia de las adversas condiciones climatológicas motivadas por la ausencia de lluvias, y se ha mantenido hasta el 30 de septiembre.
A lo largo de ese período han participado en dicho dispositivo un total de 32 personas. En concreto, intervinieron agentes medioambientales de Moratalla, Cehegín, Calasparra, Cieza, Abarán, Mula y Ricote, además de efectivos de las Brigadas de Intervención Rápida (BIR) de Cieza, Murcia y Caravaca de la Cruz, con un vehículo ligero provisto de cisterna de 400 litros de capacidad. Este año se amplió la cobertura a determinadas ramblas que sufrieron incendios en el área de Mula y Bullas.
Quema de cañaverales
La Dirección General de Medio Ambiente puso en marcha este dispositivo especial de custodia en 2010, tras comprobar que se estaban produciendo de forma reiterada incendios relacionados con la quema de cañaverales en el entorno del Río Segura.
Estos incendios alteran la vegetación arbórea y arbustiva, afectan gravemente a la fauna y suponen un peligro permanente para otros valores ambientales situados en las inmediaciones. Conllevan, además, un riesgo físico para todas aquellas personas que participan en su extinción y un perjuicio económico considerable tanto por los medios que se desplazan a sofocarlos como por el valor de los bienes que desaparecen bajo las llamas.
Durante el período de vigencia, agentes medioambientales y miembros de las Brigadas de Intervención Rápida recorren a diario los márgenes de los ríos Segura, Argos, Mula y Pliego, así como los de numerosas ramblas, trasladan información y apoyo a todos los usuarios de estas áreas y corrigen en último extremo las conductas o actividades irresponsables.
Las BIR registran las coordenadas de los puntos donde existe acumulación de ramas en los cauces de ramblas y ríos o sus proximidades, donde se prevea que puede originarse un incendio de ribera, de modo que los agentes de la comarca los revisan y contactan con los propietarios de las parcelas colindantes para evitar que se lleve a cabo una quema no autorizada con las consiguientes condiciones de riesgo.
La directora general de Medio Ambiente, Encarna Molina, destacó el balance positivo en general de la campaña de incendios de este año, “a pesar de las condiciones climáticas extremadamente adversas y el estado de la vegetación”. En este sentido, resaltó el “buen funcionamiento del operativo del Plan Infomur”, que desarrollan de forma conjunta las consejerías de Presidencia y Agricultura, así como “el comportamiento responsable y consciente tanto de los sectores económicos como de los ciudadanos, que han entendido y respetado las limitaciones y prohibiciones en el uso del fuego que ha habido que imponer”.