Estrategias innovadoras en la gestión del agua de Egipto, Singapur e India para combatir la escasez de agua

En esta semana entre el 25 y el 29 de agosto, se está conmemorando la Semana Mundial del Agua, El recurso esencial para la vida y el desarrollo, y que como sabéis está bajo creciente presión debido al cambio climático, que agrava la frecuencia e intensidad de las sequías. La falta de agua no solo afecta la producción agrícola y ganadera, sino que también desencadena crisis alimentarias, pobreza, desplazamientos y conflictos. La eficiente gestión del agua es fundamental para garantizar un futuro sostenible y pacífico, y por esto desde Ambientum, hacemos hincapié en la colaboración global para alcanzar este objetivo.

A nivel mundial, algunos países han demostrado ser referentes en la gestión del agua, implementando estrategias innovadoras y sostenibles. A continuación, analizamos tres casos ejemplares:

Egipto: Innovación en la gestión hídrica en uno de los países más áridos

Egipto se enfrenta a uno de los mayores niveles de estrés hídrico del mundo debido a su escasa pluviosidad y la creciente demanda de agua. Para abordar esta realidad, el país ha desarrollado un plan nacional basado en cuatro pilares: racionalización del uso del agua, mejora de su calidad, provisión de fuentes adicionales y la creación de un entorno adecuado para la gestión óptima del agua. Entre sus proyectos más destacados se encuentra la construcción del río artificial Nuevo Delta, de 114 kilómetros de longitud, que transportará más de 10 millones de metros cúbicos de agua al día para garantizar la seguridad hídrica y alimentaria del país. Además, Egipto cuenta con la planta de tratamiento de aguas residuales más grande del mundo, capaz de procesar 5,6 millones de metros cúbicos diarios para abastecer cultivos y contribuir a la seguridad alimentaria. La expansión de plantas desalinizadoras, con 33 en operación y siete más en construcción, refuerza sus esfuerzos por diversificar sus fuentes de agua.

Singapur: Autosuficiencia hídrica en una ciudad-estado densamente poblada

Singapur, una ciudad-estado con una alta densidad de población y limitadas fuentes naturales de agua, ha convertido la autosuficiencia hídrica en una prioridad nacional. A pesar de registrar abundantes lluvias, la falta de territorio para captar y almacenar agua y la ausencia de acuíferos subterráneos han llevado al país a depender en parte de la importación de agua desde Malasia. Con la meta de ser autosuficiente para 2061, Singapur ha implementado una estrategia basada en tres enfoques: maximizar la recolección de agua de lluvia, reciclar y reutilizar aguas residuales y potenciar la desalación. Gracias a sus inversiones en innovación y tecnología, hoy en día hasta el 30% del suministro de agua proviene de agua reciclada de alta calidad (NEWater) y el 25% de la desalación. Singapur es un ejemplo internacional de gestión integral del agua y demuestra cómo la planificación y la tecnología pueden mitigar la escasez de recursos hídricos.

India: Innovación y colaboración para afrontar la sobreexplotación del agua subterránea

India, con el 18% de la población mundial pero solo el 4% de los recursos hídricos del planeta, enfrenta graves desafíos en la gestión del agua. Con un 70% del agua superficial no apta para el consumo humano y una dependencia crítica de las aguas subterráneas, el país ha adoptado diversas medidas para evitar la sobreexplotación de sus acuíferos. A través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea y del gobierno indio, se han financiado proyectos de I+D enfocados en la purificación de aguas contaminadas, la reutilización de aguas residuales en la agricultura y la mejora de los sistemas de distribución. La colaboración con entidades internacionales ha sido clave para implementar soluciones sostenibles, como la construcción de pozos, la instalación de sistemas de purificación y la recogida de aguas pluviales. Estos esfuerzos están siendo complementados por la empresa social AUARA, en colaboración con la Fundación Esperanza y Alegría, mediante la implementación de cerca de 30 proyectos para proveer agua potable a comunidades vulnerables en India.

El papel fundamental de la tecnología y la colaboración

En estos tres países, la tecnología y la cooperación han sido elementos fundamentales para enfrentar la escasez de agua y avanzar hacia un uso más sostenible de los recursos hídricos. Desde la construcción de infraestructuras innovadoras hasta la implementación de programas de educación y sensibilización, los esfuerzos conjuntos entre gobiernos, empresas y organizaciones internacionales están marcando la diferencia. Iniciativas como las de AUARA, que destina sus dividendos a proyectos de acceso a agua potable en países en desarrollo, destacan la importancia de una gestión responsable del agua y la necesidad de un compromiso global para garantizar este recurso esencial para todos.

En conclusión, la gestión sostenible del agua requiere una combinación de innovación, colaboración y voluntad política. Países como Egipto, Singapur e India nos muestran que, a pesar de los desafíos, es posible diseñar y aplicar estrategias efectivas para asegurar el acceso a este recurso vital.

 

Redacción Ambientum



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