Con esta iniciativa, la Administración andaluza trabaja para que los ciudadanos mejoren su forma de conducir incorporando criterios de ahorro y eficiencia que posibiliten una reducción del consumo de combustible y, en consecuencia, de las emisiones contaminantes a la atmósfera.
170 euros de ahorro
Según datos de la Agencia Andaluza de la Energía, las buenas prácticas al volante suponen un descenso del consumo de combustible de hasta un 15%, es decir, un ahorro aproximado de 170 euros por cada 15.000 kilómetros.
La edición 2010 de estos cursos ha incluido la conducción eficiente tanto de vehículos ligeros como pesados, lo que ha permitido ofrecer formación a un mayor espectro de beneficiarios, desde usuarios particulares a profesionales del transporte. De este modo, 6.662 andaluces asistieron a los cursos para automóviles ligeros, mientras que 1.558 optaron por formarse en la especialidad de vehículos pesados.
Más conductores eficientes
El perfil de alumno que mayor presencia ha tenido en los cursos corresponde a varones menores de 30 años. De hecho, el público con edades igual o inferior a la treintena ha alcanzado la cifra de 2.830 alumnos, casi un 40% del total de asistentes.
En lo referente a automóviles ligeros por provincias, Sevilla fue donde más se demandaron los cursos, con un total de 1.482 alumnos. Le siguen Málaga con 1.282 alumnos, Granada con 903, Cádiz con 902, Córdoba con 680, Jaén con 531, Almería con 455 y, finalmente, Huelva donde se registraron 427 solicitudes de ciudadanos.
En cuanto a vehículos pesados, en Sevilla participaron un total de 142 alumnos, en Málaga 128, en Cádiz 65, en Granada 49, en Córdoba 37, en Huelva 36, en Jaén 30 y en Almería 23 alumnos.
Formación teórica-práctica
La formación en conducción eficiente se imparte de modo teórico-práctico y permite a los alumnos aprender consejos sobre como arrancar el motor sin pisar el acelerador, circular en las marchas más largas posibles, apagar el motor en paradas de más de un minuto, o subir una pendiente utilizando la marcha más larga posible, ya que la aplicación de estas pautas permite reducir el consumo de manera considerable.
Los cursos inciden en la anticipación como base de un nuevo estilo de conducción, lo que reporta importantes beneficios como la disminución de los riesgos en la conducción y, por tanto, la mejora de la seguridad vial; reducción del consumo de combustible; descenso del gasto de mantenimiento del vehículo derivado de una conducción más suave, y una reducción de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Mediante la aplicación de las buenas prácticas al volante, un turismo puede obtener un ahorro económico de unos 680 euros por cada 60.000 kilómetros recorridos.