Participantes de la protesta
Alrededor de cien personas se desnudaron el pasado domingo en Barcelona, simulando ser un montón de animales muertos para protestar contra la industria peletera, acto que realizan cada año para criticar el elevado número de animales que se sacrifican para elaborar prendas de piel.
Los participantes se mancharon con sangre artificial y se amontonaron en las escaleras de la plaza del Rey de Barcelona, con una pancarta en la que se podía leer «Cuántas vidas para un abrigo».
Según la ONG Animanaturalis, el 85% de la producción europea de piel es originaria de animales criados en granjas, donde están hacinados en diminutos jaulas y son sacrificados por electrocución anal o genital para no dañar las pieles, lo que les causa un paro cardiaco mientras están todavía conscientes. Otros métodos de matanza son romperles el cuello o ahogarlos, y en ocasiones, según la ONG, las pieles se arrancan mientras los animales están vivos.
Para hacer un solo abrigo de piel, se necesitan 20 zorros, 60 conejos, 70 visones o de 120 a 300 chinchillas.