La Comisión Europea realizará un nuevo estudio sobre el impacto de la producción de biocarburantes en la agricultura, la alimentación y el medio ambiente. Esta medida se ha tomado después de que los países de la UE decidieran elevar al 10 por ciento para 2020 la cuota obligatoria de biocombustibles usados en el transporte.
El comité científico de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha pedido a la UE que suspenda esta meta, y ha recomendado que se lleve a cabo "un nuevo y completo estudio sobre los riesgos ambientales y los beneficios de los biocombustibles".
Los expertos del comité -procedentes de 15 países europeos- consideran que "el hiperambicioso objetivo del 10 por ciento es un experimento cuyos efectos son difíciles de predecir y controlar".
Ante esta situación, Bruselas ha encargado un estudio "sin tabúes" sobre el impacto de estos combustibles, según anunció el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien aseguró que el objetivo es evitar el "descontrol" en la producción de biocarburantes, e implantar una política "aceptable y sostenible".
"Nosotros estamos contra los biocarburantes no sostenibles, como los que se producen hoy en partes de América", afirmó el presidente del Ejecutivo comunitario, en referencia a la tala de los bosques tropicales del Amazonas. Y es que el cultivo para la producción de biocombustibles está suponiendo la tala indiscriminada de la selva.