El centro tecnológico de medio ambiente Fidima acaba de cruzar el charco en busca de nuevas tecnologías de "química verde" que comenzará a ofrecer de forma inmediata en España.
En un primer viaje de contacto a Massachussets el gerente de la fundación, Mikel Echeverría Mugueta, forjó una serie de contactos con universidades y centros tecnológicos de aquel estado de la mano del profesor Joel Tickner, profesor de investigación del Lowell Center for Sustainable Production de la Universidad de Massachusetts, que fue uno de los invitados del congreso pyme y medio ambiente, Copyma 09, celebrado en Estella en mayo del pasado año.
Gracias a la introducción de la llamada Toxics Use Reduction Act hace más de 20 años, Massachusetts ha sido uno de los estados pioneros de Estados Unidos en la reducción de productos tóxicos en la industria, un conocimiento en el que se han especializado muchas universidades y centros de la zona. Pese a que los más conocidos son el MIT o la Universidad de Harvard, Massachusetts cuenta con más de 60 centros universitarios y de investigación.
Nueva leyes europeas
Las obligaciones impuestas por la llamada "química verde" llegan ahora a España con el reglamento europeo Reach, que obliga a toda la industria y no sólo a la química a eliminar ciertos productos que son de uso común hoy en día. Un ejemplo puede ser la sustitución de disolventes por agua que ha comenzado a realizarse en muchas fábricas no sólo a miles de kilómetros de distancia, sino en el mismo polígono de Villatuerta.
Por ello, el propósito de Fidima es establecer relaciones de colaboración con algunos de estos centros para ofrecer asesoramiento y proyectos de investigación en torno al empleo de nuevas sustancias menos nocivas en cualquier sector. De momento, ya existe un acuerdo con el instituto TURI, que se plasmará en un convenio.
También se contempla la idea de hacer intercambios de investigadores entre centros. "Para nosotros supone un avance importantísimo, puesto que hay que muchos de los problemas que nos empiezan a plantear ahora las empresas en España en Massachusetts llevan años resueltos. Eso permite ahorrar mucho tiempo de investigación en un proyecto concreto", valoró Echeverría.