Dehesas

Desde SEO/BirdLife solicitamos más contundencia a la Junta de Extremadura sobre estas prácticas irregulares que tienen como objetivo sustituir las dehesas centenarias por cultivos subvencionados por la PAC. La petición de un particular para talar 500 encinas en el municipio de Majadas (Cáceres) alertó sobre irregularidades, vacíos administrativos y falta de interés por proteger a las dehesas frente a especulaciones agrarias.

Según consta a SEO/BirdLife, tras alertar recientemente al Ayuntamiento de Majadas y a la Dirección General de Medio Ambiente, sobre una autorización emitida por el Servicio Forestal para talar 500 encinas, se detectaron varias irregularidades dando pie a la suspensión de la autorización.

La petición de talar estas 30 hectáreas de dehesa ya había sido solicitada por el propietario en varias ocasiones durante los últimos años, siendo denegada en todos los casos. Sin embargo, resulta sorprendente que previamente fuese autorizado a plantar los olivos en mitad de esta dehesa y que finalmente este verano el Servicio Forestal le autorizara a talar las encinas que compitieran con el cultivo, cuando no ha habido un procedimiento de cambio de uso del suelo.

Se trata de un grave precedente que podría suponer una amenaza directa sobre miles de hectáreas de encinares que actualmente están invadidas por cultivos de regadío irregularmente autorizados. Los propietarios no talan el encinar para plantar los cultivos, sino que aprovechan el espacio entre los árboles y no se produce, según ellos, cambio de uso del suelo, con lo que en teoría no precisan autorización ambiental. Pasados unos años, las encinas empiezan a enfermar debido a la afección de los cultivos, o a misteriosas patologías. En los casos más resistentes, se acaba solicitando la tala por competencia con el cultivo, como ha ocurrido en Majadas.

Los cultivos invaden muchas dehesas

Tampoco es la primera vez que los propietarios talan grandes extensiones de encinas para implantar cultivos en zonas reservadas a la dehesa. Ya ocurrió hace años en la finca El Sevillano, en el término municipal de Navalvillar de Pela y dentro de un espacio protegido, donde se autorizaron cambios de uso de suelo forestal (dehesa) a agrícola, sin evaluación de impacto ambiental y pese a ello, el Servicio Forestal volvió a autorizar las talas. Otros muchos encinares en los términos municipales de Navalvillar de Pela y Logrosán, están siendo ocupados por plantaciones de olivos en regadío, que se extienden bajo las copas de las centenarias encinas, eliminando los ricos pastos de estas dehesas condenadas.

Existe una evidente descoordinación entre los servicios agrarios, los forestales y los ambientales dentro de la Consejería, siempre a favor de las pretensiones de particulares que buscan enriquecerse sustituyendo las dehesas por cultivos subvencionados de dudosa rentabilidad futura. SEO/BirdLife ha exigido a la Consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio que se acabe con estas prácticas irregulares contra la dehesa, que se tomen las medidas necesarias para evitar los criterios excesivamente favorables a la tala de encinares de algunos técnicos implicados y que se proceda a sancionar ejemplarmente a los promotores de estas especulaciones agrarias que incumplan las normas de protección del medio ambiente.



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